Transfesa Logistics cuenta con una nueva conexión ferroviaria internacional en Dourges, al sur de Lille (Francia). El servicio comenzó a mediados de 2020, con una parada semanal, en ambas direcciones, para la descarga de contenedores que provienen de España. En la actualidad, la frecuencia ha aumentado para hacer escala entre dos y tres veces a la semana. Son trenes mixtos, multiproducto, que tienen como primer destino el país vecino, y otras mercancías que continúan después hacia distintos destinos europeos.
Según Pablo García, responsable de Tráfico, “la incorporación de esta nueva área abre un gran abanico de posibilidades para ampliar nuestros servicios. Existe gran potencial para introducir artículos y productos muy diversos como bienes de consumo, cisternas o producto granulado para la automoción. Además, desde Dourges queremos reforzar los envíos de refrigerados y de aceite de oliva a Bélgica y Holanda”.
Una de las principales ventajas de la parada en Francia es que parte del tren queda vacío, por lo que puede aprovecharse para cargar mercancía hacia otros destinos. Además, se pueden crear mayores composiciones con unidades de otras compañías.
En esta primera etapa, el 90% del origen de las operaciones parten de Barcelona y València. Las rutas se emplean para transportar fruta, verdura y aceite, así como componentes de automoción y cisternas. El objetivo es emplear esta conexión para exportar gran parte del producto hortofrutícola de invierno y llegar a 40 cargas semanales (el equivalente a 40 camiones) de mercancía refrigerada para su entrega en Bélgica y Holanda. También se están transportando unas 10 cisternas semanales.
Las operaciones podrían ampliarse en próximas fases hasta alcanzar una regularidad de tres o cuatro paradas a la semana en ambas direcciones.
Según apuntan desde Transfesa, otra de las ventajas es que se podrá transportar mercancía entre el norte de Francia y Reino Unido, lo que ha despertado el interés de empresas de diferentes sectores, que ya han cerrado acuerdos. La conexión simplifica el tránsito de la mercancía hacia Reino Unido y evita los cuellos de botella en el transporte por carretera, dado que el primer punto de entrada autorizado es Barking, al este de Londres.
