Las empresas estibadoras del puerto de Tarragona presentarán a los estibadores una batería de medidas dirigidas a reforzar los equipos de trabajo y los servicios, que supondrían un incremento del 30% de la capacidad operativa del puerto.
La propuesta llega después de la anunciada disolución de Estarraco CPE, la sociedad que hasta ahora prestaba los servicios de estiba en el recinto tarraconense, y tras la llamada de la autoridad portuaria a recuperar la carga de trabajo en los muelles, visiblemente afectada en las últimas semanas.
En un comunicado emitido este miércoles, las empresas estibadoras de Tarragona apuntan a medidas como destinar recursos adicionales para reforzar los equipos de trabajo, optimizar la composición y distribución de los ya existentes, y apuntalar las labores más demandadas. También favorecer la correcta planificación de las actividades y aumentar el apoyo a las situaciones concurrentes que puedan generar cuellos de botella.
En concreto, se incorporarían nuevos recursos y se aumentaría la productividad hasta los estándares internacionales, con el objetivo de superar el atasco en las labores y los servicios que prestan a los buques, y así recuperar la normalidad en el servicio a sus clientes.
Las empresas aseguran que de este modo se responde al compromiso adquirido frente a la petición de la Autoridad Portuaria de Tarragona para superar el cuello de botella en las operaciones y a las demandas públicas de los estibadores.
Carga extra en octubre
Los trabajadores portuarios disponibles se asignarían solo a las tareas más productivas, contratación y formación de todo el personal homologado identificado en Tarragona. Estas medidas también pretenden dar una respuesta rápida a esta situación compleja generada por el contexto de la guerra de Ucrania y sus consecuencias.
Desde Port Tarragona han solicitado a empresas y trabajadores un esfuerzo para dar respuesta al incremento de la demanda de operaciones que se prevé en octubre. Entre otras cosas, se espera la descarga de 400.000 toneladas extra de cereales ante el descenso de la producción local como consecuencia de las malas cosechas.
