Los transportistas han cargado contra la decisión de la Generalitat de prohibir el tráfico de camiones en las carreteras catalanas ante el temporal Filomena que ha afectado a buena parte de la península en los últimos días. Una decisión que contrasta con la adoptada por la Dirección General de Tráfico (DGT), que ha preferido los embolsamientos de camiones en diferentes puntos. Mientras, el Servei Català de Trànsit (SCT) prohibía el tráfico en la AP-7 desde el viernes a las siete de la tarde, pese a que la autopista no registraba incidencia alguna. De hecho, el SCT levantó la prohibición el sábado, horas después la volvió a activar y finalmente el domingo a mediodía volvió a dejarla sin efecto.
El transporte murciano ha calificado la medida de “catastrófica”, ya que gran parte del tráfico exportador de frutas y hortalizas se carga el viernes por la tarde y emprende su ruta hacia los principales mercados europeos a través de Catalunya. A esto hay que sumar los vehículos de transporte internacional que regresan a la región.
Así, la Federación Regional de Organizaciones y Empresas de Transporte de Murcia (Froet) destaca la “descoordinación” entre administraciones. Para su secretario general, Manuel Pérezcarro, “lo que más ha perjudicado a los transportistas murcianos han sido las restricciones a la circulación por parte de la Generalitat, sin motivo alguno”. A su juicio, cerrar la AP-7 es una medida “arbitraria y meramente recaudatoria”, y ha anunciado que se recurrirán las sanciones de 500 euros por vehículo impuestas a los transportistas. “Les multan por saltarse la restricción, pero les dejan proseguir porque la autopista estaba perfectamente”, ha denunciado Pérezcarro.
En total, unos 2.000 camiones de Murcia se han visto afectados por el paso de Filomena. En esta cifra se incluyen tanto los que no han podido circular por Catalunya como los afectados por los embolsamientos en distintos puntos de la red viaria española.
Por su parte, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) ha lamentado
el “grave trastorno y gran malestar” que ha causado esta medida a los transportistas de toda España, una prohibición “absolutamente desproporcionada y carente de flexibilidad”.
Quejas también desde Catalunya
También los transportistas catalanes se han sumado a las críticas. Para la federación de Tarragona FEAT se trata de una decisión “precipitada e incomprensible”, ya que las nevadas “no están siendo tan copiosas como en otras zonas y, además, se produce en un momento en que la movilidad es reducida debido al confinamiento perimetral”.
Tanto FEAT como la patronal catalana CETCAT se han opuesto a la prohibición y han trasladado su disconformidad a la Direcció General de Transports, “ante las consecuencias de una medida adoptada con pocas horas de antelación, con las dificultades que eso entraña para ser trasladada a los transportistas, además de los costes económicos derivados”.
Los vehículos retenidos por culpa de la nieve durante el fin de semana han podido reemprender la marcha en la tarde del domingo.