El año que acaba de empezar traerá más tensiones en forma de sobrecostes para la cadena logística. Los nuevos requisitos relacionados con la sostenibilidad y en especial el IMO 2023 Oceanside implica que los buques más antiguos reduzcan la velocidad para recortar emisiones, lo que comportará un efecto en cadena en la capacidad, al disminuir el número de viajes por buque. Los problemas de capacidad afectarán a las tarifas, ya que la demanda sigue siendo fuerte.
“Si la gente piensa que cuando venzamos al covid, volvamos a bajar los precios del combustible y se resuelva la guerra en Ucrania, solo por nombrar algunas interrupciones, las cosas volverán a la normalidad, tengo que decirles que lamentablemente están equivocados”, asegura el analista de Project44, Bart De Muynk.
El responsable del área de industrial de la plataforma sostiene que 2023 traerá “más y diferentes consideraciones” de costes y tensiones sobre la cadena logística. Además del IMO Oceanside, los costos laborales se incrementarán a medida que los trabajadores exijan aumentos salariales para hacer frente a la inflación. A estos se añaden fenómenos climáticos extremos provocados por el cambio climático, también en aumento, y los impactos sociales y económicos de episodios como la sequía en el Mississippi o el Rin.
Por otro lado, los factores geopolíticos seguirán ejerciendo presión sobre las economías mundiales. Y no solo por la guerra en Ucrania y su repercusión en el flujo de petróleo y gas, cereales u otros productos básicos. La inestabilidad política y económica en China constituye una de las mayores amenazas para los países occidentales.
Impacto del nearshoring
Algunos de estos factores influirán en las decisiones que tomarán las empresas para relocalizar las cadenas de suministro. Según De Muynk, el nearshoring tendrá un efecto dominó en las redes regionales de abastecimiento y, a corto plazo, podría crear más presión sobre la mano de obra local, la capacidad de transporte y la infraestructura existente.
Debido al papel central que ejerce la cadena de suministro en la economía global, existe una presión “aún mayor sobre el sector para asegurar a las empresas que pueden manejar no solo la incertidumbre, sino también la mayor imprevisibilidad de factores geopolíticos, económicos y climáticos”.