Letonia se suma a la ofensiva judicial de varios países del Este contra el Paquete de Movilidad y las nuevas normas que rigen el transporte por carretera en la UE. Con este ya son ocho los estados que cuestionan la reforma emprendida por la anterior comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, y que cuestiona su sucesora, la rumana Adina Valean.
El punto de mayor conflicto es el retorno obligatorio de los camiones al país de origen cada ocho semanas, así como las nuevas restricciones al cabotaje. Según un reciente estudio encargado por la Comisión Europea, solo uno de cada tres camiones matriculados en el Este de Europa regresan una vez al año a sus lugares de origen y el 57% retornan seis veces en el mismo periodo.
Para la federación española Fenadismer, “la práctica desregulación del mercado de transporte europeo, unido a los menores costes laborales y fiscales de estos países, ha fomentado la deslocalización administrativa, que no real, de grandes empresas de transporte, que han trasladado su sede al Este para seguir operando en los mismos mercados que antes”.
De hecho, los países del Este se han convertido en una potencia en transporte internacional desde su entrada a la UE entre 2004 y 2007. Así, por ejemplo, el volumen de negocio de la flota búlgara representa el 15% del PIB de Bulgaria, el 13% de Lituania, o el 11% en Rumanía, mientras que el de las flotas alemana y francesa representa menos del 2 %, o en torno al 5% en España.
Tras Lituania, Bulgaria, Rumanía, Malta, Hungría, Polonia y Chipre, ahora es el gobierno letón el que ha anunciado formalmente que solicitará al Tribunal de Justicia de la UE que impida la aplicación de algunos puntos del Mobility Package, en especial el retorno obligatorio de camiones.
Recientemente, un país occidental, Bélgica, anunció la presentación de un recurso ante la justicia europea. En este caso, Bruselas solo cuestiona el periodo de enfriamiento preceptivo para poder realizar nuevas operaciones de cabotaje en un mismo país.