Allianz advierte del riesgo que suponen las baterías de litio para el transporte marítimo global. La descarbonización ha dado lugar a nuevos tipos de carga en los buques, como vehículos eléctricos y mercancías alimentadas por este tipo de baterías. Su desbordamiento térmico por un defecto de fabricación, sobrecargas o cortocircuitos, provoca un incendio de rápida propagación que puede acabar en explosión.
“La mayoría de los buques carecen de las capacidades de protección, detección y extinción adecuadas para hacer frente a este tipo de incendios en el mar”, afirma el capitán Rahul Khanna, director global de consultoría de riesgos marítimos de Allianz Global Corporate & Specialty SE’s (AGCS). Así, la atención debe centrarse tanto en medidas preventivas y planes de emergencia que mitiguen el riesgo, una formación adecuada de la tripulación, equipos de extinción apropiados y la mejora de los sistemas de detección.
El fuego es ya una de las causas más frecuentes de pérdidas totales, hasta 64 buques en cinco años. El análisis de AGCS de cerca de 250.000 siniestros marítimos muestra que el fuego fue también la causa más cara de siniestro, el 18% del valor de todos los analizados. En 2022, se registraron 209 incendios, la cifra más alta en una década, lo que la convierte en la tercera causa de incidentes a nivel mundial, con un aumento interanual del 17%.
La previsión es que el mercado de baterías de litio crezca más de un 30% anual durante la próxima década, lo que supone un riesgo creciente para el transporte marítimo de contenedores y automóviles.
Al mismo tiempo, las cargas peligrosas viajan en buques cada vez más grandes. Así, la capacidad de transporte de contenedores se ha duplicado en los últimos 20 años. Los 10 mayores operadores de contenedores tienen encargados más de 400 buques nuevos y la mayoría serán más grandes que los que sustituyen. En consecuencia, el impacto de los incendios se amplifica.
Siniestralidad en mínimos históricos
Pese al riesgo de las baterías de litio, la siniestralidad marítima ha descendido hasta la cifra más baja de los últimos 12 años, según el informe Safety & Shipping Review 2023 de Allianz. Este descenso se atribuye al impacto positivo que los programas de seguridad, formación, cambios en el diseño de los buques y regulación han tenido a lo largo del tiempo.
Cada año, AGCS analiza las pérdidas y siniestros marítimos notificados sobre buques de más de 100 toneladas brutas. En 2022 se notificaron 38 pérdidas totales en todo el mundo, frente a las 59 del año anterior. En los últimos 10 años, el descenso de las pérdidas de buques es del 65% (109 en 2013). Hace 30 años, la flota mundial perdía más de 200 buques al año.
Aunque las pérdidas totales disminuyeron el año pasado, el número de siniestros o incidentes marítimos se mantuvo constante (3.032 en 2022). Las islas británicas registraron el mayor número (679). Los daños o averías en la maquinaria representaron cerca de la mitad de todos los incidentes a nivel mundial (1.478).
Si bien las mejoras han comportado una caída récord de grandes buques siniestrados en el último año, el sector todavía tiene muchos obstáculos que sortear, como el riesgo creciente de incendio, no solo por los desafíos de la descarbonización, sino también por las nuevas amenazas externas efecto dominó del conflicto de Ucrania, la incertidumbre económica y el creciente coste de las reclamaciones marítimas.
Según el capitán Rahul Khanna, aunque estos resultados son “gratificantes”, el crecimiento de la flota de petroleros econstituye un gran desafío para armadores, tripulaciones y aseguradoras. “La seguridad contra incendios y la declaración errónea de cargas peligrosas deben solucionarse si el sector quiere beneficiarse de la eficiencia de buques cada vez más grandes”, añade Khanna.
La inflación dispara el coste de los siniestros y aunque los esfuerzos de descarbonización de la industria están progresando, “las presiones económicas podrían poner en peligro inversiones vitales en las compañías, así como otras iniciativas relacionadas con la seguridad”, advierte.
Principales zonas calientes
En la última década, se han producido más de 800 pérdidas totales (807). El sur de China, Indochina, Indonesia y Filipinas es el principal punto caliente en siniestralidad, tanto en el último año como en la última década (204 pérdidas totales). Aquí se dan uno de cada cinco siniestros (diez en 2022), debido al elevado nivel de tráfico, la congestión de los puertos, la antigüedad de las flotas y las condiciones meteorológicas extremas.
El golfo arábigo, las islas británicas y el Mediterráneo occidental son los segundos lugares con más pérdidas (tres). Alrededor de una cuarta parte de los buques perdidos en 2022, diez, eran de carga. El naufragio es la principal causa de pérdida total (20), con más del 50%. El incendio o explosión es la segunda (ocho), y la colisión de buques ocupa el tercer lugar (cuatro).
