La demanda de carga aérea ya se está viendo seriamente afectada por la guerra en Ucrania y la propagación de la variante ómicron en Asia, que ha provocado confinamientos masivos en varias provincias chinas, con especial incidencia en Shanghái. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), el conflicto armado ha reducido la capacidad de carga utilizada para servir a Europa, debido a que varias aerolíneas con sede en Rusia y Ucrania eran “actores clave de la carga aérea”.
Medida en toneladas-kilómetro de carga (CTKs), la demanda global de transporte ha retrocedido un 5,2% respecto a marzo de 2021. La capacidad ha aumentado un 1,2% pero ha descendido un 11% respecto al mes anterior, en febrero. Asia y Europa han experimentado los mayores retrocesos en cuanto a capacidad.
Las sanciones contra Rusia —señala IATA— han provocado interrupciones en la fabricación, mientras que el encarecimiento del petróleo está teniendo un impacto económico negativo, incluido el aumento de los costes de envío.
“En marzo, el entorno comercial ha empeorado. En comparación con hace un año, se envían menos productos, incluso por vía aérea. La paz en Ucrania y un cambio en la política covid de China harían mucho para aliviar los vientos en contra de la industria. Como ninguno parece probable a corto plazo, podemos esperar desafíos crecientes para la carga aérea justo cuando los mercados de pasajeros aceleran su recuperación”, afirma Willie Walsh, director general de IATA.
Por regiones, las aerolíneas europeas se llevan la peor parte, con una disminución del 11,1% en los volúmenes de carga en marzo de 2022 en comparación con el mismo mes de 2021. El mercado europeo ha retrocedido hasta un 19,7% respecto a febrero. La guerra, la escasez de mano de obra y la menor actividad manufacturera en Asia debido a ómicron también han afectado la demanda.