Las disrupciones en la cadena de suministro no han afectado significativamente a la gran distribución y al stock de los supermercados, según los datos del Barómetro OSA de Aecoc. La tasa de disponibilidad de productos en los lineales se situó el año pasado en el 95,1%, tan solo seis décimas por debajo del registro de 2021, a pesar del impacto de situaciones tan excepcionales como el paro del transporte o la crisis de suministros por la guerra de Ucrania.
Las categorías con menos roturas de stock en 2022 fueron droguería y perfumería, con una disponibilidad del 97,6%; refrigerados y congelados (97%) y alimentación envasada (96%). Por productos, yogures, pastelería y charcutería fueron los artículos de alimentación con mayor disponibilidad, con índices cercanos al 98%. Por el contrario, la cerveza y la leche (89%), y el agua (92%) sufrieron más roturas de stock.
“En un año con situaciones excepcionales que han impactado enormemente en los suministros globales, la cadena de valor del gran consumo ha vuelto a mostrar su eficiencia a la hora de garantizar a los consumidores el acceso a los productos del gran consumo”, ha valorado el director general de la patronal de la gran distribución, José María Bonmatí.
El estudio también refleja que las roturas de stock siguen incidiendo en los artículos en promoción, con tasas de disponibilidad del 93%, según el Barómetro OSA de Aecoc.
Impacto del paro del transporte
El análisis mes a mes refleja el impacto que tuvo el paro del transporte y el inicio de la guerra de Ucrania en las roturas de stock. A pesar de las disrupciones en la cadena de suministro que se produjeron en marzo, la tasa de disponibilidad de la gran distribución se mantuvo ese mes en un 92%. Los productos más afectados fueron la leche y el aceite, que situaron el indicador en un 77% y un 81%, respectivamente.
