Autónomos y pymes del transporte portavehículos continúan en una situación crítica por la reducción de la actividad agravada en los últimos meses por la escasez de microchips. Una de las principales asociaciones del sector, Transportave, integrada en Fenadismer, ha mantenido a lo largo del mes de junio reuniones con los principales operadores logísticos para negociar mejoras económicas y laborales que garanticen la supervivencia.
En marzo, el colectivo ya protagonizó un paro indefinido que tuvo una amplia repercusión, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas y autónomos.
En concreto, los transportistas de portavehículos exigen mejoras inmediatas, como la actualización automática de las tarifas en función de la variación del precio del gasóleo, o la retribución por las labores de carga y descarga de los vehículos.
“Los transportistas de portavehículos no pueden, ni quieren, seguir asumiendo la carga y la descarga gratuitamente como vienen haciéndolo hasta ahora”, señalan desde la organización. Así, a partir del dos de septiembre facturarán este trabajo aparte, al margen del marco tarifario vigente. Para ello aplicarán las fórmulas de cálculo de las operaciones de carga recogidas en la ley de contrato del transporte.
Esta deberá incluirse de forma diferenciada en la factura por los servicios de transporte realizados. El sector también urgen a actualizar las tarifas de transporte en función de los incrementos del precio del carburante. “Las subidas aplicadas hasta la fecha han convertido a nuestro subsector de ser reconocido a ser denostado”, lamentan.
Además, consideran imprescindible clarificar que en los partes de daños los transportistas no deben ser considerados como clientes, sino como proveedores colaboradores. Por lo tanto, no deben asumir el coste de la reparación.
Preocupación por la venta de eléctricos
Por otro lado, el transporte portavehículos muestra su preocupación por la cada vez mayor venta de vehículos eléctricos, “lo que origina una especial problemática en su transporte en lo que se refiere tanto a pesos como a dimensiones”.
Otro problema es el de la falta de conductores en este subsector de transporte, más agravado que en el resto por falta de atractivo y la “responsabilidad y estrés que sufren en el día de desarrollo de su actividad”. A la falta de relevo generacional se une la marcha de profesionales, “en la mayoría de los casos por hastío”.
Finalmente, denuncian el trato “vejatorio y prepotente” que reciben los transportistas en muchas de las zonas de carga y descarga, y exigen a los operadores logísticos que intervengan para erradicarlo.
