La patronal de fabricantes de automóviles y camiones Anfac y la asociación que impulsa el uso del gas y el hidrógeno en el transporte Gasnam proponen que el objetivo de crear 150 hidrogeneras en España se adelante de 2030 a 2025. De estas, hasta 71 deberían ubicarse en capitales de provincia y municipios de más de 100.000 habitantes; las demás, hasta 79, en los principales corredores y rutas de mayor tráfico diario, centros de transporte, refinerías e industrias.
Además, debería existir una distancia máxima entre ellas de no más de 250 kilómetros para garantizar el abastecimiento del transporte pesado de larga distancia.
Las asociaciones consideran que la oferta comercial va a crecer en los próximos años, especialmente en vehículo comercial ligero y pesado de larga distancia. Para apuntalar este despliegue, aseguran, es imprescindible contar con una red de repostaje mínima en 2025.
Disponer de 150 hidrogeneras en 2030 es el objetivo marcado en la Hoja de Ruta H2 Renovable del ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
“Compartir como país un modelo y una gobernanza del despliegue ayudará que la oferta comercial de vehículos, que ya existe, se extienda, además de contribuir de manera intensa a nuestros objetivos de descarbonización del parque, especialmente para el transporte pesado y de larga distancia”, ha señalado José López-Tafall, director general de Anfac.
15 hidrogeneras este mismo año
La propuesta de fabricantes y gasistas, que ya han trasladado al Gobierno, establece un desarrollo por fases. Así, para 2021 serían necesarias 15 hidrogeneras de acceso público en núcleos urbanos, “algo que obviamente no va a suceder pero que constituye, en todo caso, una referencia válida”.
En 2022 y 2023, a estas 15 se le sumarían 45 en urbano y 40 en corredores, de manera que se alcance en 2024 un centenar de puntos de recarga de hidrógeno. A cierre de 2025, debería llegarse a las 150.
En la actualidad, a diferencia de Alemania o Francia, España no dispone de ninguna hidrogenera de uso público. Esta infraestructura es un “primer paso ineludible” para la existencia de vehículos de pila de combustible. Así, aunque hay oferta comercial de vehículos de hidrógeno desde 2015, el mercado español es prácticamente inexistente.
Anfac y Gasnam explican que este despliegue tiene que venir acompañado de un elevado nivel de subvención (entre el 80% y el 100% del Capex) debido a los altos costes de instalación y la dificultad de amortizar a corto plazo. Una estación de suministro puede suponer un desembolso de entre uno y ocho millones de euros, aunque la media se suele situar entre 1,5 y 3,5 millones.
Ambas asociaciones plantean que estas inversiones deberán ir ligadas a flotas de vehículos cautivas que garanticen un consumo mínimo y la viabilidad de las infraestructuras, permitiendo el uso de flotas privadas.
