La consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Marifrán Carazo, ha reclamado este lunes al Gobierno que acelere las obras del corredor mediterráneo a su paso por la comunidad, que avanzan “muy lentamente”. Así lo ha asegurado en un evento sobre infraestructuras portuarias y ferroviarias en Barcelona.
Carazo ha afirmado que el desarrollo ferroviario es “indispensable para la apuesta logística” de la comunidad. “Andalucía no puede perder más trenes para el impulso de su crecimiento y competitividad con Europa y el resto del mundo”, ha advertido.
La consejera ha incidido en que la acción del Gobierno, en ámbitos como el corredor mediterráneo, la Red Transeuropea de Transporte y los accesos ferroviarios a los puertos, es indispensable para que “Andalucía se convierta en una gran plataforma logística en el sur de España”. Para ello, ha añadido, “los corredores ferroviarios transeuropeos no deben sufrir más demora en su materialización”.
Estos atrasos se concretan en el tramo Algeciras-Bobadilla, como salida del puerto de Algeciras, “que no presentan avances sustanciales para ver con optimismo el cumplimiento de los plazos y estar finalizado en 2025”.
También en la continuidad del corredor en el tramo de Granada a Almería, que “a día de hoy solo dispone de estudio funcional y que deberá pasar numerosos trámites hasta convertirse en un proyecto constructivo antes de empezarse las obras”. Por último, se ha referido a la línea entre Almería y Murcia, que “se antoja difícil que acabe en 2026 tal como está planificada”.
30% del tráfico portuario español
La titular de infraestructuras del ejecutivo andaluz ha recordado que los siete puertos de interés general del Estado ubicados en Andalucía, que dispone de más de 1.000 kilómetros de costa, concentran el 30% del tráfico de mercancías del sistema portuario español.
También ha puesto en valor el plan de inversiones de la Junta de Andalucía en materia de transporte y logística, que contempla 176 millones de euros hasta 2027 para impulsar la Red de Áreas Logísticas de Andalucía, un importe que podría ascender hasta los 300 millones hasta el año 2030.