Catalunya ya tiene su primer nanosatélite orbitando la Tierra. El cohete ruso Soyuz 2 lo ha dejado a unos 500 kilómetros de la superficie del planeta, tras despegar en la madrugada del lunes desde Baikonur, en el Kazajistán. Se trata del primero de los seis que la Generalitat lanzará en el marco de la Estrategia New Space de Catalunya, su apuesta por la nueva economía del espacio.
Bautizado con el nombre de Enxaneta, el CubeSat de tres unidades ha sido desarrollado por Open Cosmos y Sateliot, a través de un contrato del Instituto de Estudios Espaciales de Catalunya (IEEC). Se prevé que el sector genere 1.200 puestos de trabajo en los próximos cuatro años y 280 millones de euros de facturación.
El nanosatélite catalán tiene como misión desplegar servicios de conectividad global para el internet de las cosas mediante tecnología 5G para permitir la comunicación y la obtención de datos, especialmente en zonas sin cobertura de redes convencionales. La gestión y el control se lleva a cabo a través de la Ground Station (estación terrestre de control) ubicada en el Observatorio Astronómico del Montsec, en Sant Esteve de la Sarga (Pallars Jussà).
Actualmente, forman el ecosistema NewSpace en Catalunya más de 30 empresas emergentes, algunas de ellas líderes mundiales, así como 13 centros de investigación y de innovación, y una incubadora de negocios de la Agencia Espacial Europea.
Beneficios para la logística
De entre todas las funcionalidades del nanosatélite, destaca su impacto en la industria logística, grandes infraestructuras críticas, plataformas, almacenes y flotas de transporte. El nuevo internet de las cosas que empieza a dibujarse en el horizonte hará posible que las mercancías se muevan a través del mundo conectadas a la red, de igual manera que hoy lo hacen las personas. Con más de 20.000 millones de dispositivos conectados y en uso en todo el mundo, la revolución del 5G no ha hecho más que empezar.
En 2025, se calcula que solo las grandes compañías navieras destinarán una media de dos millones de euros al año en soluciones IoT. Un ejemplo de esta inversión serán los contenedores inteligentes, capaces de proporcionar un amplio catálogo de datos de todo tipo en tiempo real (humedad, temperatura, posibles daños, fugas, humo…), asegurando una completa trazabilidad de la mercancía, desde que sale de fábrica hasta que llega a la puerta del consumidor final. Entre otras cosas, permitirá, por ejemplo, prevenir muchas situaciones de riesgo para la carga y evitar la pérdida o el deterioro de la mercancía.
Los buques podrán emplear el IoT para el mantenimiento de la maquinaria, detectando las averías incluso antes de que se produzcan, utilizando sus soluciones para monitorizar el consumo de combustible y mejorar la eficiencia y reducir las emisiones.
Para todo ello, es fundamental el despliegue de la nueva conectividad que proporciona la red de alta capacidad, el 5G, y en este campo los nanosatélites cumplen un papel determinante.
