Las autoridades de Reino Unido advierten de previsibles nuevas colas kilométricas de camiones para salir del país debido al éxodo vacacional de miles de británicos hacia el continente europeo. La M-20 se ha convertido ya en una ratonera para miles de transportistas, entre ellos, numerosos españoles, acostumbrados a sufrir horas y hasta días de espera para cruzar el canal de la Mancha.
Para evitar que los transportistas busquen vías alternativas, las autoridades del país anuncian multas de 300 libras (unos 350 euros) para quienes no sigan las instrucciones de los agentes o intenten usar rutas alternativas a los puertos de salida por carreteras locales. Los equipos de seguridad interceptarán a los conductores que intenten evitar las colas utilizando otras carreteras. Cualquier vehículo que viole la guía de gestión del tráfico recibirá la multa y se enviará al final de la fila.
Organizaciones como Fenadismer han transmitido su preocupación por esta “reiterada e inadmisible situación” al Gobierno británico, instando a adoptar las medidas extraordinarias necesarias para minimizar su impacto entre los transportistas.
El último episodio de colas kilométricas en Reino Unido se sufrió en Semana Santa, en este caso debido a los problemas laborales de una de las navieras que presta el servicio de transporte marítimo.
Desde que Reino Unido abandonó la UE hace ya más de dos años y el restablecimiento de los trámites aduaneros, se han sucedido los problemas para el transporte internacional por carretera.
