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jueves, octubre 17, 2024

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La logística de vehículos se asoma al abismo por el aumento de costes y la falta de capacidad

Carreteras y navieras se están viendo especialmente afectadas por el descenso de la capacidad en el subsector de la logística de vehículos. En las primeras, la capacidad se ha reducido un 21% de media, lo que significa que cerca de 1.200 camiones han desaparecido en los últimos dos años en Europa, según una encuesta de la Asociación Europea de Logística de Vehículos (ECG). En cuanto a las navieras, la disminución de capacidad es de un 6% de media, con casos específicos que pueden llegar al 50%. El 91% de los encuestados cree que la razón principal de la disminución de capacidad no está relacionada tanto con…

El 91% de los encuestados cree que la razón principal de la disminución de capacidad no está relacionada tanto con la pandemia como con la escasez de materiales (especialmente microchips) y las consiguientes reducciones de volumen en las fábricas.

En paralelo, los costes han aumentado de manera significativa. Por un lado, el combustible se ha encarecido un 60%. Por otro, los salarios, en especial de los conductores, han sufrido un incremento significativo, de manera que algunas empresas llegan a conceder dos e incluso tres aumentos salariales en un año para retener al personal. Y materias primas como el acero y el cobre también han experimentado enormes aumentos de precio.

Los contratos fijos, que no contemplan estas circunstancias excepcionales, han dado lugar a que los transportistas pierdan dinero con cada automóvil transportado. Mientras, la inversión en activos prácticamente ha desaparecido.

“Ni siquiera tras la crisis financiera escuché comentarios tan negativos en la industria como los que escucho hoy día. Afortunadamente, incluso los fabricantes de automóviles se están dando cuenta de que ya no hay capacidad para trasladar sus vehículos”, explica Mike Sturgeon, su director ejecutivo.

En el sector marítimo las tarifas de fletamento por tiempo de los buques de transporte de automóviles y camiones (PCTC) se han triplicado en poco más de un año, lo que pone de manifiesto una reducción de la capacidad “que parece no tener fin”. De cara al futuro, la reducida cartera de pedidos de nuevos buques indica que las tarifas subirán, ya que la recuperación de los volúmenes hará que la falta de capacidad sea “aún más crítica”.

En la carretera, los transportistas sufren las consecuencias de unos plazos demasiado largos en la entrega de camiones nuevos. Aunque lo más preocupante, señala ECG, es que no hay profesionales para conducirlos. “El desafío que representa a nivel mundial la prolongada escasez de conductores se ha convertido en uno de los problemas fundamentales de la logística de vehículos”, lamenta. Sin automóviles para conducir, muchos conductores han empezado a trabajar en otros sectores y no volverán.

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