El Plan de Recuperación impulsado por la administración tiene como principal objetivo el cambio modal en el transporte de mercancías en el camino hacia la descarbonización y la transición energética. Y en esta cuestión, la industria del ferrocarril tiene mucho que decir. Si el futuro pasa por la intermodalidad y la potenciación de modos alternativos a la carretera, el tren de mercancías debe dar un salto cuantitativo y cualitativo. El reto no es menor y el presidente de la Asociación Ferroviaria Española Mafex, Víctor Ruiz, es muy consciente de ello.
¿Puede ser el ferrocarril el revulsivo que necesita la economía española tras la pandemia?
La industria ferroviaria española destaca precisamente por su liderazgo en el mercado mundial y su peso en nuestra economía. Muestra de ello son las cifras de nuestros 93 socios que representan el 82% de la exportación ferroviaria con una facturación superior a 6.000 millones de euros y más de 27.000 empleos. Nuestras empresas están a la cabeza en I+D y cuentan con proyectos de gran envergadura en todo el mundo.
A ello hay que sumar los planes de impulso de la administración y el objetivo de Europa de convertirse en el primer continente neutro en carbono, invertiendo donde hay que conseguir mayores reducciones de C02, como el transporte. Unos fondos que se destinarán a alternativas de movilidad más limpias, como el ferrocarril. Todas estas razones nos llevan a pensar que, sin duda, tendrá un papel clave en la recuperación tras la pandemia.
España tiene una potente industria ferroviaria, con mucha proyección exterior. En cambio, más allá del AVE y del discurso ambientalista, el ferrocarril sigue despertando poco interés. ¿A qué cree que se debe?
El ferrocarril ha despegado en nuestro país especialmente en los últimos 25 años. Prueba de ello es que la red española figura entre las más avanzadas del mundo, más allá de la alta velocidad, por lo que no consideramos que el ferrocarril siga despertando poco interés. Por otro lado, sí vemos un mayor futuro en mercancías, donde es posible ampliar la cuota del ferrocarril y aumentar el interés de las empresas por realizar sus envíos en una cadena logística más sostenible, con menos emisiones. De esta forma se reduciría el peso que tiene la carretera.
“Para aumentar la cuota, es evidente que hay que apostar por el modo ferroviario como eje para el transporte de mercancías de manera más ambiciosa”
El transporte ferroviario de mercancías sigue siendo la gran asignatura pendiente. ¿Por qué estamos en la cola de Europa?
Por varias razones, como el elevado peso del transporte por carretera con una extensa red de autovías, los diferentes anchos de vía, las conexiones transfronterizas, el poco desarrollo de la multimodalidad o la poca industria pesada o minera. A pesar de que la cuota está en torno al 4%, muy lejos de la media europea, en estos momentos existe una gran oportunidad de convertir al ferrocarril de mercancías en la columna vertebral de la cadena de suministro.
De hecho, el camino para el aumento de su peso en el mix modal ya está en marcha. En materia ferroviaria, hay 4.370 millones que se destinarán a avanzar en los corredores Atlántico y Mediterráneo, incrementar la intermodalidad y modernizar los nodos de distribución. Para aumentar esta cuota, es evidente que hay que apostar por el modo ferroviario como eje para el transporte de mercancías de manera más ambiciosa.
Hubo un tiempo en que el carbón o el acero se movían por tren. Esos tráficos están desapareciendo, en parte por la transición energética. ¿Cree que los puertos pueden suplirlos y ejercer de locomotoras del tren de mercancías?
La conexión ferroviaria con los puertos es primordial. Hoy muchas toneladas transportadas por tren tienen por origen o final uno de nuestros grandes puertos. El incremento de los envíos combinando varios modos ha hecho que la carga de materias primas procedentes de la minería se supla por otro tipo, como rutas exprés refrigeradas de productos frescos y retail, automóviles o textil, entre otros. Estamos en la vía correcta, pero hay que seguir trabajando. La movilidad se debe basar en la colaboración multimodal. Por este motivo, es muy importante que todos los puertos cuenten con vías de longitud suficiente, una conexión directa o muy cercana a la red de interés general, y realizar inversiones específicas en optimizar la infraestructura.
El desarrollo de terminales intermodales y logísticas estratégicas, y la construcción y mejora de accesos a los puertos contribuirán a mejorar la eficiencia del transporte de mercancías por tren y conseguir una cadena de suministro competitiva y sostenible.
¿Qué puede hacer la industria ferroviaria española para ayudar al tren de mercancías?
Estamos ante una industria muy sólida, que encabeza las inversiones en I+D y tiene una amplia experiencia en implantación y modernización de redes de transporte de mercancías en el mundo. Las empresas españolas pueden aportar una amplia gama de soluciones tecnológicas de vanguardia. Sus desarrollos contribuirán a una mayor digitalización de la cadena logística y las operaciones asociadas, la trazabilidad en tiempo real de los envíos, así como una optimización de las vías y las infraestructuras y la renovación del material rodante, con un promedio de vida de 25 años, que necesita ser adaptado a las nuevas demandas del mercado.
Si es cierto que la carretera es más eficiente que el ferrocarril, ¿es imaginable un futuro en el que el tren de mercancías compita en eficiencia y costes con el camión?
El ferrocarril es el modo del transporte del futuro. Es el más eficiente en términos de consumo de energía. Es rápido, cómodo y ecológico. Según datos de la Rail Freight Foward, el tren de mercancías emite nueve veces menos CO2 que el camión. Si se mantiene una apuesta decidida por el ferrocarril, tanto de viajeros como de mercancías, será el modo de transporte más eficiente. En materia de mercancías, cada vez se cuenta con más conexiones en los puertos, material rodante de mayor capacidad y avances tecnológicos que permiten optimizar los procesos. Además, están en marcha grandes proyectos como los del Corredor Mediterráneo y el Atlántico, que pueden suponer un gran impulso.
“Cuantos más operadores ferroviarios existan a escala nacional, mayores serán las opciones del ferrocarril en materia de mercancías. La mejor solución es contar con una amplia oferta”
Voy a pedirle que se moje con Renfe. En el ministerio están buscando fórmulas para reactivar la filial de Mercancías. ¿Cree que la mejor solución sería privatizarla?
Cuantos más operadores ferroviarios existan a escala nacional, mayores serán las opciones del ferrocarril en materia de mercancías. La mejor solución es contar con una amplia oferta y que cada vez más empresas opten por una cadena logística intermodal con el tren como eje central de las operaciones. La solución óptima en casos concretos, como la que indica, deben tomarla los responsables de la compañía.
El Gobierno acaba de presentar el Plan de Recuperación y Resiliencia, con 72.000 millones de euros, en el que el ferrocarril va a jugar un papel relevante. ¿Es optimista?
Desde Mafex consideramos positivas las inversiones previstas, ya que otorgan al ferrocarril un papel protagonista en materia de movilidad. Sin embargo, insistimos en que deben mantenerse en el tiempo para lograr un cambio modal con una mayor cuota ferroviaria. El sector ferroviario debe su éxito y posición mundial a la inversión en el mercado nacional, gracias a lo cual nos hemos posicionado en proyectos de referencia en los cinco continentes. Insistimos en la necesidad de retomar con la máxima celeridad estos planes de inversión para contribuir a que el sector vuelva a la senda del desarrollo y el empleo. Además, es indispensable rediseñar la estrategia de internacionalización, principalmente con nuevos instrumentos financieros de apoyo, preferiblemente no reembolsables, y promover la competitividad de nuestras empresas.
Mafex ha presentado recientemente su Plan Estratégico 2021-2024, ¿cuáles son sus ejes de acción prioritarios?
El Plan Estratégico 2021–2024 incorpora las prioridades del sector y de la industria ferroviaria para los próximos años. En este estudio se realiza una valoración de las consecuencias de la actual crisis provocada por la pandemia y la hoja de ruta a seguir para apoyar a las empresas en la recuperación. Para ello, se analizan los principales vectores que condicionarán la actividad de los próximos años para la industria, tanto regulatorios, tecnológicos como de mercado. Las líneas estratégicas, iniciativas y acciones que se desplegarán en los próximos años se centrarán en la internacionalización, innovación, talento, dinamización sectorial y representación.