La Asociación de Directivos y Empresarios Logísticos Propeller Valencia apuesta por que València se consolide como el principal puerto de Europa y siga siendo el puerto líder en contenedores del Mediterráneo. Después de analizar “la preocupante situación del sector industrial y portuario” derivada de la guerra de Ucrania y la crisis del mar Rojo, su presidente, Alfredo Soler, asegura que la crisis y los sobrecostes hacen que el comercio internacional se aleje, y “solo podemos intentar que València sea el puerto que enlace con los principales puertos de Europa y África”.
En un encuentro de directivos del Propeller con medios de comunicación, Soler ha calificado de “mal momento” el que están pasando las empresas vinculadas a Valenciaport, entre otras cosas porque su principal cliente, la industria azulejera de Castelló, ha reducido un 30% su producción y ha soportado unos sobrecostes de unos 1.800 millones de euros, por la subida del gas, que ha acarreado la guerra de Ucrania y otros factores que han mermado su competitividad y reducido las exportaciones. Algo que ha significado, además, un buen número de eres y ertes.
Aunque para Soler el “tema estrella” ahora es la crisis del Mar Rojo que hace que los barcos tengan que dar la vuelta al cabo de Buena Esperanza para subir al Mediterráneo, un mar que se ha convertido en un “culo de saco”. Los incrementos de tiempo y coste son inasumibles para las empresas. Para que no sea todo negativo, los directivos logísticos han expresado que esperan realmente que pronto se resuelva esta crisis y se recuperen los tráficos habituales por el canal de Suez.
A estos problemas hay que añadir los efectos perversos que la European Tradding Emission (ETS) tiene sobre los tráficos en el recinto portuario valenciano. “La Unión Europea se equivoca si creen que con ese impuesto van a bajar las emisiones. El sistema de ETS nos penaliza y se contamina más. Los buques evitan los puertos en los que han de pagar esa tasa y buscan alternativas lejanas que no estén sometidas a esa normativa, aumentando los tiempos y las emisiones”, ha sentenciado Soler.
Estudio de competitividad para la distribución
Así las cosas, en el Propeller consideran que “es un buen momento para preparar estudios sobre el futuro”, motivo por el cual han decidido encargar un estudio a la Universidad de Amberes para analizar y cuantificar, en coste y tiempo, el papel que puede jugar el puerto de València como centro de distribución de carga destinada hacia los principales centros económicos del sur de Europa, un rol que ahora está asumiendo a raíz de la crisis en Oriente Próximo.
En otro orden de cosas, los directivos valencianos esperan que la Autoridad Portuaria de València se pronuncie próximamente sobre las opciones que se barajan para realizar el acceso norte del puerto a la autopista A-7 en dirección a Barcelona, una infraestructura fundamental de cara a la puesta en funcionamiento de la nueva terminal norte por parte de MSC.
Además, también están pendientes de que haya un dictamen favorable para poner la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) en marcha, en un plazo de tres meses, tal como anunció la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá.
El proyecto lleva 30 años paralizado por diversos recursos presentados y es fundamental para toda la comunidad portuaria. Su puesta en funcionamiento generará 2.000 puestos de trabajo en la zona de Nazaret y, según los empresarios logísticos, aunque ha habido muchas empresas que abandonaron sus proyectos cansadas de esperar, en cuanto la ZAL tenga luz verde se llenará inmediatamente de empresas y almacenes logísticos porque hay demanda.
