Después de seis años al frente de la Capitanía Marítima de Tarragona, Núria Obiols ha fichado recientemente por el puerto de Tarragona en calidad de jefa de Operaciones Portuarias, tras la jubilación del anterior responsable. Su objetivo en esta nueva etapa profesional es dar un buen servicio a los clientes y poner en valor el trabajo del departamento.
¿Por qué decidió dejar la Capitanía Marítima y optar a este puesto?
Llevaba 15 años en Capitanía Marítima y surgió la oportunidad. Salió una plaza a concurso y me apetecía hacer un cambio de sector. Aún estoy aterrizando pero me parece que es algo más local, una administración no tan rígida. Lo veo algo con más objetivos y, a nivel personal, era un reto el cambiar de ámbito.
¿Cuáles son sus responsabilidades ahora?
Mis funciones abarcan la parte de operaciones marítimas, las de los buques, y las terrestres dentro del ámbito de la Autoridad Portuaria de Tarragona.
¿Y como capitana marítima, qué hacía?
Era la máxima autoridad marítima dentro de la provincia de Tarragona. Teníamos mucha interacción con Port Tarragona, pero no solo con esta institución. También había otras instituciones, es decir, hablamos de los buques de toda la demarcación, no solo los que atracaban en el recinto tarraconense. Además, llevaba la coordinación de los accidentes dentro del ámbito marítimo.
¿Cuál ha sido su trayectoria profesional?
Yo estudié Náutica y después estuve un tiempo navegando como oficial de la Marina mercante. Cuando me saqué el título de capitán, dejé de navegar e hice unas oposiciones para Capitanía, para ser inspectora. Estuve un tiempo en Madrid y mi primer destino fue la Capitanía Marítima de Tarragona. Empecé de inspectora en 2006. En 2011 entré como coordinadora de seguridad y en 2015 me convertí en capitana marítima. También estudié Derecho. Me situé en Tarragona, me estabilicé aquí y ahora he decidido hacer este cambio.
“Yo siempre digo que la puerta estaba allí, solo era cuestión de empujar y abrir. Tampoco me he encontrado con una pared de hormigón, simplemente me he atrevido a cruzar la puerta”
¿Cómo lleva ser mujer y trabajar en un mundo tradicionalmente masculino?
Bueno, me he encontrado con comentarios, miradas y alguna sorpresa, sobre todo al ser capitana marítima. En Capitanía, anteriormente habían sido militares y, cuando venía gente a verme, se sorprendían de que fuera mujer. Pero en ningún momento me he sentido fuera de lugar. Incluso cuando navegaba, tampoco me sentía rara, al contrario. A veces hay que saber sacarle partido al hecho de ser mujer, en algunos casos, tener otra manera de relacionarse. Tampoco he visto que mi carrera se haya frenado por el hecho de ser mujer. Algún techo hemos tenido que romper pero ha habido otras mujeres antes que yo que los han roto. Yo siempre digo que la puerta estaba allí, solo era cuestión de empujar y abrir. Tampoco me he encontrado con una pared de hormigón, simplemente me he atrevido a cruzar la puerta.
¿Nos puede contra alguna anécdota de su etapa como capitana marítima?
Sí, alguna hay. Me acuerdo de un capitán chino, al que le impusimos un expediente sancionador, y cuando acabó todo, firmamos los papeles y me pidió que me hiciera una foto con él. Le hizo gracia que fuera mujer. Cuando era inspectora también me había pasado alguna vez en algunos barcos. Incluso habiéndoles puesto varias deficiencias, les hacía gracia que fuera mujer y me habían pedido alguna foto. Nunca me negué. Si les hacía gracia, no tenía ningún problema.
“Espero que el puerto funcione y, sobre todo, colaborar a que funcione este engranaje y que los clientes, si tienen que parar algo, no sea por nosotros”
¿Qué espera de esta nueva etapa al frente de las operaciones portuarias de la APT?
Primero tener una buena conciliación entre mi vida laboral y mi vida personal, aunque creo que no habrá mucha diferencia. Espero que Operaciones Portuarias gane terreno. Tengo un equipo de gente muy bueno y espero que podamos dar un buen servicio. Al final también somos un organismo público, no es tan diferente. Espero que el puerto funcione y, sobre todo, colaborar a que funcione este engranaje y que los clientes, si tienen que parar algo, no sea por nosotros.
En el poco tiempo que lleva en sus nuevas funciones, ¿cómo valora el ambiente de trabajo? ¿Tiene algún objetivo fijado para el departamento?
Como bien has dicho, llevo muy poco tiempo, pero las vibraciones son muy positivas. El equipo de Operaciones es muy dinámico. Estoy en un departamento que tiene que dar servicio 24 horas al día y es importante este dinamismo. De hecho, hay gente trabajando estas 24 horas, como en Port Control o los trabajadores que dan servicio a los clientes del puerto (las básculas, el suministro de agua…). La impresión es buena porque el equipo es muy agradable y con ganas de trabajar. Y el objetivo es que se valore y que se pueda tener en cuenta todo este trabajo.