Expertos de todo el mundo apuntan a la “necesidad urgente” de adoptar estándares globales que garanticen la distribución rápida, eficiente y segura de la vacuna contra el covid. “La adopción de los estándares y los códigos de barras de GS1 añaden un elemento de confianza a lo largo de toda la cadena de suministro y también para la población”, exponen los autores del informe de Deloitte Securing Trust in the Global COVID-19 Supply Chain.
Gestionados en España por Aecoc, los estándares globales y los códigos de barras de GS1 proporcionan seguridad y confianza, elementos clave para el éxito del proceso global de vacunación contra el covid. Estos permiten a los fabricantes farmacéuticos, a las distribuidoras y a los proveedores del sector salud seguir los protocolos y las medidas de seguridad necesarias para transmitir confianza a la población, tanto en la eficacia de las propias vacunas como en la seguridad de su proceso de administración.
Una cuestión crítica en España ya que, según una encuesta del Foro Económico Mundial, un 28% de los españoles manifiesta dudas a la hora de administrarse la vacuna, dos puntos por encima de la media mundial. Los estándares facilitan el rastreo de las vacunas y minimizan el riesgo de caducidad de las dosis y de aparición de vacunas falsas. A pesar de que los estándares de GS1 son cada vez más comunes en el sector, aún no se aplican a nivel universal.
El informe de Deloitte define los sistemas de información relativa a las vacunas, como el identificador de producto, el número de lote y su fecha de caducidad. De hecho, la OMS recomienda que todas las vacunas estén identificadas con códigos de barras estandarizados. Instituciones como GAVI (The Vaccine Alliance) y Unicef también requieren el uso de los estándares GS1 en el embalaje de las vacunas.