La invasión rusa de Ucrania tiene consecuencias de gran alcance para la logística y el comercio, según ha puesto de manifiesto la European Shippers Council (ESC), que ha pedido a la Unión Europea que ayude a desescalar el conflicto.
Según los cargadores europeos, además de la tragedia que supone para el pueblo ucraniano, es importante que los empresarios europeos sean “resistentes y ágiles”. La organización advierte que las consecuencias más visibles de la guerra se aprecian ya en todos los modos de transporte.
Entre estas, destaca el impacto sobre los precios del combustible, que aumentarán por la invasión, lo que derivará en mayores costes para todos los modos. También señala la posibilidad de que aumenten los ataques cibernéticos sobre infraestructuras sensibles, como los sistemas de transporte. En 2018, un ciberataque a Ucrania desde Rusia causó graves daños a los sistemas de automatización.
La organización se ha referido también a los problemas que afectan a los diferentes modos de transporte de mercancías. En la carretera, los controles fronterizos son más estrictos y los tiempos de espera aumentan en la frontera de Ucrania con los países de la UE, así como en la frontera de Rusia con Estonia, Letonia y Lituania. Los pasos entre Ucrania y Rusia y Bielorrusia están completamente cerrados.
También los puertos marítimos de Odessa y Mariupol permanecen cerrados y dañados a causa de los combates, mientras que el tráfico marítimo internacional frente a las costas ucranianas también está completamente bloqueado. El transporte aéreo se ha interrumpido y sus aeropuertos también han sufrido graves daños a causa de los bombardeos.
En el modo ferroviario, el conocido como tren de la nueva ruta de la seda entre Europa y China, que atraviesa Rusia y Bielorrusia hasta Polonia, no está cerrado pero se desconoce si funciona con normalidad. Las autoridades rusas están enviando mucho equipamiento bélico a Bielorrusia a través de esta línea.
