Los transportistas que pretenden renovar su flota se enfrentan a esperas de más de un año para adquirir un camión nuevo. Según Fenadismer, la ralentización de la actividad de los fabricantes debida a la pandemia y el retraso en el suministro de algunos componentes electrónicos han provocado una situación que califican de “increíble”.
La consecuencia directa de las dificultades en la entrega de camiones nuevos es la reactivación del mercado de segunda mano de vehículos industriales, con encarecimientos de hasta el 20%. Incluso, muchos se ven obligados a adquirir los camiones en otros países de la Unión Europea.
“A las puertas de una previsible crisis económica motivada por la pandemia, es inimaginable la situación que vive el sector del transporte por carretera, en lo que se refiere a la adquisición de vehículos nuevos”, explican desde la federación de transportistas.
En las últimas semanas, las quejas de los empresarios que pretenden renovar su flota con camiones nuevos se suceden, especialmente en el caso de las cabezas tractoras, afectando a la práctica totalidad de los fabricantes de vehículos industriales.
Los transportistas culpan de esta “tormenta perfecta”, a la ralentización de la actividad de las fábricas, en especial el pasado año, unida a la falta de suministros de algunos componentes electrónicos procedentes de Asia, así como al aumento de pedidos de nuevos camiones.
De hecho, según los datos de Anfac, en el primer cuatrimestre de 2021 se ha incrementado en más de un 45% la venta de cabezas tractoras nuevas respecto al mismo periodo de 2020, produciéndose incluso un crecimiento de casi el 12% en comparación con 2019.
