La demanda de transporte de mercancías a nivel global se multiplicará por 2,6 (medida en toneladas por kilómetro) de aquí al año 2050 y las emisiones de los fletes aumentarán en un 22% en comparación con 2015.
Y esto pasará incluso si se cumplen al cien por cien los compromisos alcanzados para descarbonizar la actividad, según un informe que ha hecho público la International Transport Forum, en la apertura de la Cumbre Anual de Ministros de Transporte.
A la vista de estos datos, la organización propone la puesta en marcha de políticas “ambiciosas”, que pasen por reforzar los cambios de comportamiento positivos causados por la pandemia y dirigir los paquetes de estímulo hacia la descarbonización.
El informe presenta tres escenarios de futuro para el transporte de pasajeros y mercancías, con proyecciones detalladas de las emisiones de CO2 en diferentes condiciones.
En el escenario actual, con objetivos que la entidad considera poco ambiciosos, cualquier reducción de emisiones en el futuro será más que compensada por el aumento de la demanda prevista de transporte.
En cambio, con políticas “ambiciosas”, las emisiones del transporte se pueden reducir en casi un 70% en los próximos treinta años; las ciudades podrían reducir las emisiones de la movilidad urbana hasta en un 80%, y las del transporte de mercancías podrían ser hasta un 72% menor.
“Implementar políticas mucho más ambiciosas revertirán el aumento de las emisiones de CO2 del transporte. Los gobiernos deben establecer objetivos ambiciosos en la revisión de 2021 de las contribuciones nacionales al Acuerdo de París, respaldarlas con políticas concretas y reforzarlas aprovechando los paquetes de recuperación del covid para acelerar y profundizar la descarbonización del transporte”, apunta la entidad hermana de la OCDE.