Los retailers de alimentación reducen casi el 30% de la carga de trabajo que acumulan sus áreas de IT gracias a la monitorización. El control de datos de toda la empresa, al ser supervisada y ordenada por un mismo sistema, reduce los tiempos de actuación ante errores y fallos, mejora la gestión de recursos y la eficiencia. Además, ahorra costes.
Las grandes firmas de distribución alimentaria realizan continuos procesos para garantizar el abastecimiento de productos en los lineales. Por ello, el volumen de información que se genera ejecutando estas tareas es notable. Si a esa cantidad de datos se le suma la diversidad de sistemas en la estructura IT, con las que trabajan a diario los retailers, la ruta para poder obtener información valiosa, clara y práctica se complica aún más. La dificultad aumenta si, para analizar esos datos, se cuenta con personal no cualificado y sin el apoyo de una plataforma fiable.
No tener un sistema de monitorización multiplica el esfuerzo para obtener información sobre la estructura tecnológica de la empresa o de cada una de sus instalaciones, lo que ralentiza la capacidad de reacción. Esto se traduce, según la tecnológica española Pandora FMS, en una pérdida de valor tanto económico como en lo que respecta al rendimiento, especialmente en recursos humanos.
Por medio de la monitorización, a través de una consola central, se puede organizar y controlar todo un parque tecnológico. La monitorización permite reemplazar un sistema ya existente y también es capaz de convivir con otros. Una flexibilidad que es fundamental en el sector porque permite integrar novedades al sistema ya existente.
Distribuidoras como Salvesen Logística también han confirmado mejoras operacionales tras monitorizar su estructura IT. La compañía, que apostó por Pandora, notó una reducción del 24% de la carga de trabajo de su área de IT. Así, la atención que se prestaba constantemente a la salud del sistema se concentró en mejorar servicios y productos.
