La patronal valenciana FVET ha denunciado ante la Generalitat las dificultades a las que se enfrenta el transporte de mercancías por carretera al pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en las estaciones de la Comunitat. Entre estas, destacan el elevado coste del servicio, la ausencia de personal cualificado y las limitaciones horarias de acceso.
“Los transportistas valencianos están muy descontentos con esta situación y muchas empresas del sector se ven abocadas a utilizar otras estaciones en comunidades autónomas limítrofes, como Murcia, Castilla La Mancha o Aragón, ante la ineficacia del servicio que se presta”, afirma Juan Ortega, vicepresidente de FVET.
“Los transportistas valencianos necesitamos más estaciones y líneas de revisión para camiones con un horario amplio y flexible, y personal cualificado ad-hoc para este tipo de vehículos”
Entre las principales reivindicaciones, la organización advierte del precio que supone una revisión de la ITV para vehículos pesados, por encima del resto de España. “Las estaciones de la Comunitat Valenciana, junto con las de Baleares y Ceuta tienen los precios más caros de España, con una media de 79 euros por revisión, independientemente de la modalidad de prestación existente en cada territorio”, añade Ortega. Hay que tener en cuenta que, en función del vehículo, es frecuente que las revisiones deban realizarse cada seis meses.
Falta de personal calificado
Junto al elevado precio, los transportistas valencianos ponen de manifiesto la falta de personal cualificado que pueda tener un criterio sobre este tipo de vehículo. “Muchas estaciones o no tienen servicio para vehículos pesados o solo tienen con carácter mínimo o residual. Cuando se presta el servicio, no se cuenta con profesionales capacitados en este campo que puedan valorar lo que de verdad puede suponer un perjuicio para la seguridad vial”, explican desde FVET.
Por esta misma razón, los transportistas se encuentran muchas ineficiencias operativas derivadas, por ejemplo, de la simulación en carga para la prueba de frenado. “La simulación muchas veces no funciona y, para intentar subsanar esta situación, se carga el vehículo, pero, si no se aprueba la ITV, no se puede realizar en ese momento el servicio contratado generando un problema para la empresa de transportes. Es fundamental que la simulación del vehículo en carga funcione”, apuntan las mismas fuentes.
Otra de las trabas es la imposición obligatoria y exclusiva de procedimientos de cita previa. Los vehículos pesados no siempre pueden prever la fecha exacta en la que podrán acudir a la estación. “El sistema de cita previa, con estas limitaciones, no sirve para nosotros, sobre todo para los transportistas de internacional, que no saben con exactitud cuándo tendrán su vehículo en València”, lamenta la asociación.