El take up del mercado logístico catalán del tercer trimestre asciende a 66.020 metros cuadrados, un 63% menos que el mismo periodo del año anterior, en el que se contrataron más de 178.000. Con este resultado “ya previsible”, según Forcadell, Catalunya encadena dos trimestres de importantes caídas de contratación, con números que no se veían desde 2015.
Aun así, las previsiones a día hoy para el último trimestre del año, son de repunte de la contratación y mejora del resultado anual. La mayor parte de la superficie contratada se ha producido en la segunda corona logística de Barcelona, con 42.000 metros cuadrados (64% del total) en nueve operaciones. La tercera corona le sigue con una contratación de 14.000 metros cuadrados (21%) en una única operación, mientras la primera ha escriturado menos de 10.000 (15% del total) en tres operaciones.
Por otro lado, el número de naves de obra nueva o llaves en mano contratadas en el mercado inmologístico catalán ha supuesto un total de 21.600 metros cuadrados (33% del total), mientras que los restantes (44.000 metros cuadrados) pertenecen a operaciones de naves ya existentes previamente.
“No percibimos desocupación de naves, ni mucho menos, únicamente una ralentización en la toma de decisiones que produce una bajada de la absorción de metros cuadrados”, remarca Gerard Plana, director de industrial y logística de Forcadell.
En cuanto a operaciones, destacan los 14.000 metros cuadrados contratados en Sant Feliu de Buixalleu (tercera corona) por parte de Talgroup.
En cuanto a las rentas, estas se mantienen, “más bien con tendencia al alza”, en los proyectos de nueva construcción. “Quizás se puedan ver ajustes puntuales en algún proyecto que pueda costar más de comercializar, pero la tendencia general es alcista”, añade Plana.
Con respecto a la inversión, aun con la subida de tipos y la dificultad en encontrar activos en venta, los inversores siguen con alto interés en comprar en el entorno logístico de Barcelona. Así, se han producido algunas operaciones sale & leaseback como la de EQT Exeter en una nave en el Bages o la de un family office catalán en Constantí.