La automatización de la cadena de suministro, la digitalización, la sostenibilidad y la incorporación de la tecnología han influido de manera positiva en el crecimiento de la industria logística, que exige a su vez profesionales más tecnificados, según Catenon. En 2030, el incremento de la automatización de procesos logrará reducir casi a la mitad los costes, mejorar las emisiones de CO2 ajustándolo por encima de los objetivos del Pacto Verde Europeo.
“Para ello se necesita tecnología. Ni el consumidor ni el mundo empresarial conciben ya contrataciones donde no se pueda conseguir los objetivos de la UE, y esta es una carrera imparable”, subraya Nuria Garrido, responsable de logística y transporte de la consultora tecnológica. Desde su punto de vista, “faltan más profesionales para poder conseguir la realidad a la que se enfrenta el sector. Un dato clave es que su búsqueda ya no está ligada exclusivamente al sector, sino que se buscan perfiles en empresas claves donde sus profesionales han desarrollado ya planes estratégicos transformadores”.
El sector actúa como motor de la economía y reclama profesionales con un fuerte componente tecnológico medioambiental y financiero, según la empresa de selección de personal, especializada en perfiles tecnológicos. “España cuenta con una potente red de infraestructuras aéreas, terrestres, ferroviarias y marítimas y destaca por la calidad de los servicios. Dos vectores que favorecen el desarrollo, el crecimiento del sector y de la actividad económica del conjunto del país. Pero también está experimentando uno de los grandes cambios en el área de la digitalización y el comercio online, especialmente de la última milla”, señala Garrido.
Para abordar este proceso y lograr esos objetivos, las empresas de logística y transporte mantienen una demanda creciente de profesionales con competencias que no se asociaban tradicionalmente al sector, como la tecnología, la analítica de datos, la sostenibilidad y la ingeniería. A esto se suman habilidades sociales, como la fiabilidad, la responsabilidad y el compromiso, además de autodisciplina, capacidad de adaptación y proactividad.
Logística y transporte generan el 6,9% del PIB con un volumen de negocio de más de 100.000 millones de euros, porcentaje que alcanza el 10% si se añaden las actividades logísticas que llevan a cabo empresas industriales, comerciales y de servicios.
Por tanto, el desajuste de talento es uno de los principales retos a los que se enfrenta la cadena de suministro, en un contexto de gran competencia por los perfiles de oficios, a los que se suman la falta de cultura digital, de formación y desarrollo, lo que exige contar con empresas reclutadoras expertas en el sector, con sólidas relaciones con talento especializado.
Desde el inicio de la pandemia, la mayor parte del nuevo trabajo generado se está centralizando en sectores como sanidad o logística, que se han convertido en un “oasis de empleo”.
En Catenon piensan que en la logística “se está produciendo una lucha sin cuartel en la que sobrevivirán las empresas que mejor se adapten a las novedades tecnológicas, que tengan mayor capacidad para diversificar y singularizar sus servicios y las que dispongan de las plantillas profesionales mejor preparadas para sacar partido a los cambios tecnológicos”, sostiene Garrido.
El sector reclama directivos que tengan una visión transversal del negocio y uno de los mayores retos será fidelizar a las personas más valiosas. “Existe un cambio de paradigma, ahora son las empresas las que valoran por encima de todo disponer de empleados cualificados. Una tendencia que lleva al employer branding, a la construcción de una marca empleadora sólida y atractiva que permita atraer y retener a profesionales cualificadas. Los candidatos se están volviendo cada vez más selectivos”, añade la directiva de la consultora tecnológica.