El deficiente trato que sufre el transportista en las zonas de carga no es un problema exclusivo de España. En Alemania, los conductores se exponen también a situaciones “insatisfactorias”. Según señala la patronal alemana del transporte por carretera BGL, los esfuerzos conjuntos y las mejores prácticas llevados a cabo en los últimos tiempos en el comercio y la industria han tenido un efecto positivo en aspectos como la concepción de los nuevos edificios logísticos.
Sin embargo, en la práctica diaria, a los conductores profesionales a menudo se les niega el acceso a las instalaciones sanitarias, así como a las salas de descanso y recreo de la empresa cargadora. “Esto es simplemente inaceptable e inhumano, especialmente durante los largos tiempos de espera en el check-in”, lamenta la organización.
En consecuencia, BGL exige una “garantía vinculante” de acceso a baños y recintos de restauración para todos los conductores de camiones en los puntos de carga y carga de los destinatarios y cargadores de mercancías. Para ello, propone una modificación de la ordenanza de los lugares de trabajo, en la que se estipule que los espacios sanitarios y sociales son también para uso (conjunto) del personal externo.
“Es inevitable un acceso legalmente vinculante a las salas sanitarias y de descanso para todos los conductores de camiones en las rampas, sobre todo en vista de la grave escasez de conductores”, afirma el portavoz de la junta de BGL, Dirk Engelhardt.