Hedyla es una empresa de software que se dedica a la optimización de procesos logísticos de las empresas a través de inteligencia artificial. Fundada a mediados de 2019 por tres ingenieros, Guillem Muñoz, Andreu Araque e Ismael Rodríguez, empezó trabajando para grandes empresas. En la actualidad, cuando ya tiene su plataforma completamente desarrollada, ha ampliado su target y se dirige también a pymes. Para Guillem Muñoz, que ejerce las funciones de CTO de la compañía, la logística colaborativa es la clave.
— ¿Cómo surge la idea de crear Hedyla?
Andreu, Ismael y yo nos conocimos en una startup anterior que realizaba análisis de datos para grandes empresas como Vueling, Globalia o FM Logistic. Esta última es la que nos proporcionó nuestro primer contacto con la logística. Nos dimos cuenta de que el sector estaba muy cojo a nivel de tecnología, los softwares estaban enfocados a la gestión, que no es el core del negocio. Por lo tanto, las empresas no podían conseguir un ahorro que se pudiera deducir a nivel de software. Por eso nos enfocamos a una vertiente totalmente opuesta: el uso de datos logísticos para optimizar el negocio, ya fuera a nivel de distribución, transporte capilar, almacén… En definitiva, Hedyla nació para complementar y extender estos sistemas añadiendo inteligencia en puntos clave para la mejora de los procesos de la cadena logística.
— ¿Cómo funciona la plataforma?
Incorporamos algoritmos de inteligencia artificial para procesar la información digitalizada que ya tiene una empresa, como las rutas de reparto, el tiempo invertido o el funcionamiento del almacén. Con estos datos, el sistema aplica machine learning para planificar las rutas, adaptarlas a circunstancias externas como la densidad de tráfico, los horarios de entrega o las capacidades de los vehículos. La empresa usuaria dispone de un panel de control para conocer la ubicación de cada conductor y realizar un seguimiento de las entregas y los repartidores. A través de la app, pueden saber en tiempo real la ruta asignada y los posibles cambios. El software también permite gestionar la actividad en los almacenes y ofrece indicaciones de mejora a partir de cuestiones como las distancias o el peso de las cargas. También analiza el histórico de la empresa para proponer de manera automática cambios que optimicen el sistema de distribución y almacenamiento de mercancía.
“Lo que muchas empresas tardan dos horas en hacer de manera manual, el software de Hedyla lo hace en pocos minutos”
— ¿La empresa puede escoger la solución que más le convenga?
Cada empresa puede optar por una de nuestras soluciones o por varias. En el segundo caso, las diferentes soluciones se retroalimentan entre ellas, es decir, por ejemplo, se puede hacer un seguimiento de las entregas y conectarlo con el optimizador de rutas.
— ¿Qué ventajas ofrece vuestra herramienta?
La ventaja más clara es un ahorro en el tiempo de planificación. Lo que muchas empresas tardan dos horas en hacer de manera manual, el software de Hedyla lo hace en pocos minutos. Tenemos comprobado que logramos reducir en un 90% el tiempo de planificación y en un 30% el tiempo de ejecución de las rutas.
— ¿Cuál es el target de Hedyla?
Empresas con operativa logística de cualquier sector. Cuando empezamos, nos financiamos a través de proyectos con grandes empresas y fuimos a un nicho de mercado muy específico, el de la optimización de recursos de última milla. Entonces nuestro target era de empresas con facturaciones superiores a 100 millones de euros anuales. Empezamos con el distribuidor farmacéutico Fedefarma, Mahou-San Miguel y Día. Con ellos logramos potenciar un ahorro muy importante. Hablamos de optimizar entre un 15 y un 20% sobre una partida de distribución de 100 millones de euros anuales.
— También trabajáis con pymes…
Actualmente, a medida que se ha ido desarrollando el producto, el coste para clientes más pequeños se ha reducido mucho y es por eso que nos estamos enfocando también a pymes con facturaciones que rondan los 10 millones. Nuestro último cliente, por ejemplo, es aún más pequeño, tiene una facturación de tres millones. Nuestra filosofía de producto es lograr una herramienta que no requiera de consultoría para cada cliente, que sea muy replicable, y nuestro reto actual es llegar a estas empresas más pequeñas para que puedan usar un software que no requiera un desarrollo a medida, que es lo que acaba encareciendo el producto. La solución para el almacén continua teniendo un target de grandes empresas, con operativas complejas, como Amazon o El Corte Inglés.
“Hay que poner en contacto empresas con empresas y potenciar la economía circular desde las administraciones públicas”
— Como expertos en el sector, ¿cómo veis el futuro de la logística?
Tenemos claro que, a nivel de optimización y sostenibilidad, vamos hacia la logística colaborativa. De hecho, ya estamos empezando a trabajar en clústeres y tenemos varias propuestas sobre la mesa. Si las empresas colaboran en el reparto, por ejemplo, se podrán optimizar recursos porque se evitarán recorridos con vehículos vacíos y se podrá ser más amigable con el medio ambiente. Se trata de optimizar más allá de mirarse uno mismo, colaborar también para optimizar los recursos de los proveedores o de otras empresas. Para conseguirlo no solo se necesita una herramienta, como puede ser una plataforma como la nuestra, sino también iniciativas a nivel público…
— ¿Quieres decir, desde la administración pública?
Sí, existen muchas plataformas enfocadas a ser un middle man, alguien que pone en contacto autónomos y empresas para realizar el servicio de reparto. Pero eso no es suficiente, hay que poner en contacto empresas con empresas y potenciar la economía circular desde las administraciones públicas. Por poner un ejemplo, en Viladecans, donde tenemos nuestra sede, hay pequeños comercios que están uno al lado del otro y tienen el mismo proveedor pero con diferentes operadores logísticos. Si lo dejamos todo a la iniciativa privada, seguramente no habrá colaboración. Sin embargo, si desde las administraciones públicas se fomenta la colaboración entre estos dos operadores logísticos, se conseguiría optimizar recursos y ser mucho más sostenible.