Grupo DSV ha facturado 8.200 millones de euros en los tres primeros meses del año, frente a los 4.500 millones del mismo periodo de 2021, lo que supone un 82% más. El beneficio bruto asciende a 1.730 millones de euros en este periodo (1.046 millones hace un año), un 65% más, y el beneficio operativo se eleva a 873 millones de euros (412 millones en el primer trimestre del año pasado).
Según el operador logístico danés, estos resultados se deben a la incorporación del negocio de GIL y al crecimiento de todas las divisiones, especialmente las de aéreo y marítimo, y soluciones.
“Estamos siguiendo los planes para la integración de GIL y estamos en camino de completarla en el tercer trimestre de 2022. Los mercados siguen viéndose afectados por la escasa capacidad y la congestión, y en marzo vimos el regreso de los bloqueos por el covid en China, lo que nos recuerda a todos que la pandemia aún no ha terminado”, ha asegurado el director general de DSV, Jens Bjørn Andersen.
Los envíos de DSV hacia y desde Rusia se han detenido, excepto algunos por razones humanitarias, y la compañía está desinvirtiendo en el país. Con todo, los ingresos en Ucrania, Rusia y Bielorrusia representan menos del 1% de sus ingresos. “Aun así, la situación ha repercutido negativamente en los mercados de varias maneras, especialmente para el transporte aéreo y por carretera, y seguimos haciendo todo lo posible para encontrar capacidad y soluciones alternativas para nuestros clientes”, añade Andersen.
Pese a la incertidumbre mundial, DSV espera que las interrupciones de las cadenas de suministro supongan una mayor demanda de transporte. Así, la compañía ha mejorado las previsiones para 2022, que apuntan a unos beneficios operativos del orden de 2.800-3.100 millones de euros, frente a los 2.400-2.700 millones previstos a comienzos de año.