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jueves, noviembre 21, 2024

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España trata de allanar la contratación de conductores profesionales extranjeros

El Gobierno está tratando de facilitar la contratación de extranjeros ante la escasez de conductores profesionales que sufren las empresas transportistas españolas. Para facilitar la incorporación al mercado laboral del transporte por carretera español, los ministerios de Seguridad Social, de Transportes y de Interior han acordado diferentes vías de colaboración conjunta para que las empresas puedan contratar conductores no comunitarios, bien trayéndolos desde sus países de origen o bien regularizando la situación de personas que ya viven en España.

A estos últimos se les concede un permiso de residencia para la obtención del certificado CAP, ya sea mediante el curso inicial o de renovación en función del año en que obtuvo el permiso de conducir en su país, y luego se canjea por el permiso español transcurridos seis meses desde que obtiene la residencia en España.

Pese a ello, desde Fenadismer subrayan que “aún subsisten importantes trabas burocráticas que ralentizan” la capacitación de un ciudadano extranjero como conductor profesional en España.

La federación de transportistas denuncia los plazos “excesivamente largos” para homologar a un conductor profesional extranjero en España, y que son pocos los países con los que existe un convenio de reconocimiento y convalidación recíproco para el canje del permiso de conducir. Y de existir, en muchos casos el canje se realiza exclusivamente respecto del permiso B, pero no del profesional C o D.

De esta manera, la “lenta maquinaria” de la administración, especialmente la de Tráfico, hace que el aspirante deba esperar al menos ocho meses para examinarse, a lo que se suma el tiempo para obtener el certificado de aptitud profesional (CAP). Así, la capacitación de conductores profesionales extranjeros en España puede superar el año, tiempo durante el cual al no poder conducir se deshabitúan en las habilidades de conducción de vehículos de transporte.

La falta de conductores profesionales para cubrir las necesidades de las empresas transportistas es un problema creciente tanto en España como en el resto de Europa, que amenaza con paralizar las cadenas de suministro.

Un problema acuciante

Las organizaciones del sector vienen manifestando desde hace tiempo su creciente preocupación por la escasez de conductores profesionales para cubrir los puestos de trabajo ofertados por las empresas transportistas españolas. El riesgo es que “en un futuro no muy lejano” pueda afectar al normal desempeño de las cadenas de suministro de bienes y productos, tanto a las industrias como a la población en general

Según los muchos estudios realizados sobre esta cuestión, el porcentaje de empresas del transporte que están experimentando dificultades para cubrir sus puestos vacantes se situaría en más del 20%, estimándose en más de 15.000 las ofertas de empleo vacantes por falta de candidatos.

El problema no es exclusivo de España. En todo el mundo, la escasez de conductores cobra especial relevancia, motivado por muchos factores, como el elevado coste económico que supone acceder a la profesión, la dureza del ejercicio de la actividad y las condiciones laborales ofrecidas, lo que la hacen poco atractiva para los ciudadanos españoles, pese al elevado desempleo existente.

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