El tren de maíz de Renfe Mercancías cargado con 25 contenedores de 40 pies cargados con 600 toneladas procedentes de Ucrania ha llegado a la terminal de Can Tunis del puerto de Barcelona. Según ha informado el ministerio de Transportes este sábado, los contenedores adaptados llegaron en la noche del jueves y el viernes se inició la descarga en los camiones enviados por las empresas que han comprado, a través de un mayorista, el cereal en origen. A partir de ahora, su destino final en diversos puntos de la península Ibérica se lleva a cabo por carretera.
El trayecto de regreso se ha realizado a través de autopista ferroviaria, en un recorrido de unos 2.400 kilómetros, para el que se han empleado tres semanas. El camino de vuelta del tren de maíz de Renfe al puerto de Barcelona ha incluido una parada en Lodz y una pequeña escala en Duisburg (Alemania). Aquí el tren se ha detenido más días de lo previsto debido a una huelga en Francia.
En respuesta al bloqueo de puertos
El proyecto piloto está sirviendo para analizar la capacidad y viabilidad del transporte ferroviario de mercancías como complemento del transporte marítimo de materias primas, usando autopistas ferroviarias dentro de la UE.
Según el ministerio, si en Europa se vuelve a vivir una situación de cierre de puertos y bloqueo de las exportaciones de cereal por mar, como sucedió tras la invasión de Ucrania, esta experiencia permite disponer del conocimiento para implementar trenes de mercancías “a gran escala y ayudar a garantizar el suministro de material primas”.
En este sentido, la iniciativa ha puesto de manifiesto que, en el contexto actual, el transporte ferroviario de larga distancia requiere un “gran esfuerzo de coordinación” entre los diferentes actores que participan en el proceso. Los puntos más complejos son la gestión en las terminales, como con la carga de cereal en los contenedores adaptados con liners en Chelm, y la responsabilidad sobre esta en el trayecto de vuelta.
El complejo proceso vivido en la terminal de Chelm ha incluido el traslado en camiones del cereal desde Ucrania hasta la frontera polaca. Los contenedores se sujetaron con grandes grúas para soportar todo el proceso, lo que ha conllevado una gran dificultad técnica añadida. “La coordinación de Mitma, Renfe Mercancías y las autoridades locales polacas ha conllevado el éxito del proceso de carga”, subraya el ministerio.