El transporte de carretera denuncia presiones de los cargadores para apropiarse de la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible que reciben del Gobierno, en el marco de los acuerdos alcanzados el pasado mes de marzo. Desde Astic, aseguran que muchas de sus empresas asociadas están recibiendo presiones por parte de sus clientes para bajar las tarifas de sus servicios de transporte de mercancías.
En concreto, les exigen rebajas de 20 céntimos por litro/kilo de bonificación aplicada a algunos combustibles establecida en el real decreto-ley 6/2022, de 29 de marzo, en el plan de respuesta a las consecuencias de la guerra en Ucrania.
El Gobierno y el sector estimaron en algo más de 1.000 millones de euros el montante de las ayudas al sector para hacer frente a la espiral inflacionista de los carburantes: 450 millones en ayudas directas (en función de las autorizaciones de cada empresa) y otros 600 millones en descuentos directos en las gasolineras.
“No se negociaron ayudas para los clientes de los transportistas ni cabe modificar la fórmula de cálculo como tampoco emplear en ella otros parámetros distintos a los que marca el texto legal. Tampoco puede cambiarse el peso que se le concede al combustible en relación al precio del transporte (30%), ni el indicador de variación del precio del combustible, que publica semanalmente el propio ministerio”, explica Ramón Valdivia, vicepresidente de la patronal del transporte internacional por carretera.
“Muchos cargadores, con su egoísmo habitual, pretenden adueñarse de nuestras ayudas sin pudor alguno”
OVIDIO DE LA ROZA
También la Confederación Española de Transporte de Mercancías CETM ha denunciado este tipo de presiones de cargadores. En la clausura del 18 Congreso Nacional de Empresarios de Transporte, su presidente, Ovidio de la Roza, lamentaba que “muchos cargadores, con su egoísmo habitual, pretenden adueñarse de nuestras ayudas sin pudor alguno”, y pedía la colaboración del ministerio para poner fin a estas prácticas.
En los últimos meses, muchas reivindicaciones históricas del sector se han materializado en forma de decreto ley, lo que está empezando a equilibrar las relaciones entre transportistas y cargadores. “Por eso, esta actitud de presión y exigencia que de nuevo vuelven a mostrar los cargadores nos desilusiona bastante ya que realmente pensábamos que estábamos en el buen camino”, concluye Valdivia.
Actualmente, los transportistas de larga distancia se ven obligados a desembolsar al mes una media de 2.000 euros más por camión en combustible, la mayor partida de los costes de operación de una compañía transportista. Tanto Astic como CETM han trasladado su preocupación al ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, al que también le piden que amplíe la bonificación más allá del 30 de junio.