El tráfico de mercancías del puerto de Santander se ha quedado en 2020 en 5,8 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 11% con respecto al año anterior. Del total acumulado, poco más de tres millones corresponden a graneles sólidos, 213.696 a líquidos y 2,6 millones a mercancía general. Los graneles sólidos han retrocedido un 17%, destacando el azúcar, con un descenso del 56%, seguido de los cereales. Por su parte, el sulfato sódico se ha incrementado un 45%. Los líquidos se han reducido un 34%, aunque pesan poco en el tráfico total, ya que solo representan el 3,7%.
La mercancía general, uno de los grandes retos de la autoridad portuaria, se ha incrementado en un 0,4 % gracias al aumento de escalas y de capacidad de los buques de CLdN. Desde que comenzara su andadura en Santander en 2016, la naviera ha multiplicado su actividad un 500%. De hecho, ofrece ya servicios a Dublín y Cork (Irlanda), Liverpool, Killingholme y Londres (Gran Bretaña), Esbjerg (Dinamarca) y Gotemburgo (Suecia).
En contenedores, el incremento ha sido del 82%, hasta 26.148 teus. Por el contrario, uno de los tráficos que más se ha resentido por la crisis sanitaria es el de pasajeros, hasta un 69%, pasando de 235.625 a 73.244 en un año. El tráfico ro-ro ha disminuido un 1,6 % y el de automóviles se ha dejado un 30%, de 464.111 unidades en 2019 a 322.915 el año pasado.
En comparación con el conjunto del sistema portuario, la dársena cántabra se ha mantenido en la media que, hasta noviembre, era del 9,3%. En los puertos de la fachada norte, entre enero y noviembre de 2020, A Coruña ha descendido un 22%; Avilés, un 19%; Bilbao, un 14% ; Gijón, un 8,4% y Pasajes, un 6,3%.
