Los tambores de guerra vuelven a sonar con fuerza en el transporte por carretera ante el repunte de los precios del carburante. A la vuelta de las vacaciones de verano, las asociaciones de transportistas están planteando la necesidad de ampliar las ayudas actualmente vigentes y advierten de la posibilidad cada vez más cierta de aparcar el camión si la escalada de precios se mantiene.
Organizaciones territoriales como FVET o Fegatramer, la federación de transportistas autónomos Fetransa aseguran que la subida de los carburantes pone el peligro la actividad de las empresas del sector y puede conducir de nuevo a un paro de actividad como el protagonizado en marzo de 2022, tras el estallido de la guerra en Ucrania.
“Si el combustible sigue subiendo, las empresas podrían verse obligadas a paralizar sus operativas, al no ser rentables, y verse gravemente afectadas, especialmente las que no tengan músculo financiero suficiente”, alerta el secretario general de la patronal valenciana, Carlos García.
Además, la actual situación política en España con el Gobierno en funciones limita la posibilidad de aumentar o incluso renovar las ayudas al transporte de mercancías por carretera ante el repunte del carburante, como recuerdan desde Fenadismer. Y es que en los últimos tres meses el precio del gasóleo se ha incrementado en más de 20 céntimos por litro, mientras la bonificación acordada en junio prevé una reducción del 50% a partir del mes de octubre. Entonces, el Gobierno bajó la ayuda de 20 céntimos a 10, que pasará a ser de cinco céntimos a partir del uno de octubre.
En las últimas semanas, el transporte por carretera viene redoblando su preocupación por la nueva escalada del precio de los combustibles. Fetransa ya ha solicitado una reunión urgente del Comité Nacional del Transporte por Carretera para analizar la situación y estudiar medidas a adoptar.
Trabajar a pérdidas
Ramón Alonso, presidente de la Federación Gallega de Transportes de Mercancías (Fegatramer), que también forma parte de la ejecutiva de CETM, considera que “se está llegando al mismo problema con los combustibles que hace un año, y solo quedan dos opciones: o se bonifican por la administración o los cargadores suben las tarifas, porque los transportistas no pueden trabajar a pérdidas, que es a lo que les está conduciendo la situación actual”.
En Fenadismer ponen el acento en la actual situación de interinidad política, que dificulta la aprobación de nuevas ayudas al transporte, ya que la ley restringe la capacidad legislativa de un gobierno en funciones, salvo casos de urgencia. “Por lo que en la práctica previsiblemente habrá que esperar a la conformación de uno nuevo antes de poder adoptar cualquier medida al respecto”, subrayan desde la federación que preside Julio Villescusa.
