El puerto de Tarragona inicia la cuenta atrás de las obras de los accesos y la vía perimetral de la Zona de Actividades Logísticas, un proyecto con casi 30 años de historia que supone urbanizar y comercializar más de 900.000 metros cuadrados de superficie dentro del recinto portuario y en terrenos de Vila-seca. Aunque los trabajos no empezarán hasta finales del primer trimestre o principios del segundo, la licitación se llevará a cabo en breve, según apuntan fuentes de la autoridad portuaria.
En la primera fase, presupuestada en 10 millones de euros, se adecuará el vial de pesados, entre la ZAL y el vial de la química. Además, para ordenar el acceso desde la C-31B, se definirá una rotonda a la altura de la intersección con la carretera TV-3146 y de la industria Dow Chemical. El objetivo es conectar la ZAL a la red viaria.
La segunda fase, prevista para 2023, contempla el tramo entre el extremo norte del vial de la Química a la rotonda del enlace entre la A-7 y la autovía de Bellisens. Para facilitar la conexión entre la A-7 y el nuevo vial de acceso en el lado de València, se consideran dos conexiones de entrada y salida entre los enlaces del Raval de Mar y de la autovía de Bellisens. Esta fase tiene un presupuesto de 11,8 millones de euros.
“La licitación supondrá un nuevo paso decisivo en la concepción y comercialización de la ZAL”
Para el presidente, Josep Maria Cruset, “la licitación supondrá un nuevo paso decisivo en la concepción y comercialización de la ZAL”. De hecho, desde que la comisión de Urbanismo de Tarragona aprobara el proyecto en diciembre de 2019, y pese a la pandemia, en 2020 hasta 40 empresas se interesaron por la ZAL, “la mayoría del sector logístico e inmologístico”, apunta Cruset. Y es que “el proyecto combina tres factores, la excelente comunicación, la no saturación del entorno y la disponibilidad de suelo”, un importante valor añadido si se tienen en cuenta las pocas opciones que tienen las empresas de mayor envergadura de instalarse en el entorno.
La idea de crear una zona de actividades logísticas nació en 1989 y la compra de los primeros terrenos se hizo poco después. Desde entonces, la inversión realizada dse eleva a 31 millones de euros: 22,5 millones para terrenos, 2,3 millones para accesos ferroviarios, 2,1 para accesos viarios y 4,1 para obras de superestructura y adecuación del espacio. Hasta 2023, la inversión prevista es de 30 millones más, 20 para la urbanización de las 92 hectáreas de la ZAL y los 10 restantes a la primera fase de los accesos viarios y ferroviarios. A ello hay que sumarle los 11,8 millones para la segunda fase de los accesos, llegando a casi 73 millones.
Más espacio logístico
El proyecto supondrá un 20% más de espacio para actividades logísticas en el enclave tarraconense y un aumento de los tráficos marítimos de entre 2,7 y 4,6 millones de toneladas anuales. Este espacio está pensado para actividades vinculadas al tráfico marítimo y a productos con alto valor añadido, como productos manipulados, postindustriales y precomerciales, o servicios como embalaje, etiquetaje o paletización de cargas. El diseño contempla también la conversión a un centro de transferencia de carga de mercancías, cross docking, que aportará valor añadido a los tráficos gracias a su situación estratégica, con conexiones que mejorarán los servicios actuales.
Su puesta en marcha supondrá ventajas para el territorio, tanto en el ámbito de las redes de transporte del entorno (la nueva conexión directa con el puerto las descongestionará), como en el económico, con la creación de más de 4.000 puestos de trabajo y un impacto de 154 millones de euros anuales en el territorio.
“Tener una Zona de Actividades Logísticas es básico para cualquier puerto por todo lo que puede mejorar la cadena logística y su entorno”
La Zona de Actividades Logísticas estará conectada con la terminal intermodal de Guadalajara a través de la Boella, lo que supone una oportunidad de agilizar las operaciones dentro del hinterland tanto para tráficos ya existentes como los que vendrán. De hecho, se enmarca en la apuesta de la autoridad portuaria por la intermodalidad para optimizar la cadena logística y mejorar el servicio a sus clientes.
Estas ventajas logísticas son las que destaca el director general de Vopak Terquimsa, una de las empresas concesionarias de la infraestructura. Para Eduardo Sañudo, “tener una Zona de Actividades Logísticas es básico para cualquier puerto por todo lo que puede mejorar la cadena logística y su entorno”. “En nuestro caso, que nos dedicamos a almacenar producto, la ZAL será muy beneficiosa”, añade.
Por su parte, el director general de Arola Aduanas y Consignaciones, Carlos Arola, apunta que “la operativa logística para el tráfico de mercancías en el puerto de Tarragona va a cambiar mucho con la ZAL, un proyecto que permitirá optimizar todo el proceso”. Según Arola, “el beneficio para todas las empresas de la comunidad portuaria será muy importante; por un lado, el proyecto nos aportará una mejora importante en la interactuación entre los diferentes modos de transporte y, por otro, ofrecerá un valor añadido a todo el proceso logístico”.