Cada vez más grandes buques apuestan por el puerto de Sevilla. El recinto hispalense ha recibido hasta 14 embarcaciones de gran eslora en lo que va de año, una cifra que contrasta con la del año pasado, en que solo escalaron tres de estas características.
Con 180 metros de longitud y 30 de manga, el Mercurius es el buque número 14 de esta lista. En los últimos días, ha descargado en la terminal de Sevitrade hasta 12.000 toneladas de cereal cargado en Rumanía.
De los grandes buques que han pasado por Sevilla en 2022, el mayor es el Lima Strait, de 188 metros, que atracó en julio. Le siguen el Mercurius, el Tomini Mistral y el Alliance, estos dos de 180 metros de eslora, que atracaron en octubre y marzo, respectivamente. El siguiente en dimensión es el Binnur C, de 176 metros, que recaló en enero. Por último, el Britta Maersk, de 175, descargó aceite en la terminal de líquidos el pasado mes de agosto.
La optimización del acceso marítimo y el conocimiento de la ría y las mareas son clave para el mayor aprovechamiento de la canal de navegación, lo que ha favorecido la entrada de este tipo de buques, apuntan desde la autoridad portuaria.
El puerto de Sevilla constituye un nodo principal de la red básica europea TEN-T y forma parte de los corredores mediterráneo y atlántico, junto a la vía navegable del Guadalquivir. Estas vías navegables interiores, como es el caso de la Eurovía del Guadalquivir, son reconocidas por Europa como uno de los modos más eficientes y sostenibles dentro de las cadenas logísticas, junto con el tren.
De hecho, el Pacto Verde Europeo promueve el trasvase de mercancías de la carretera a las vías navegables de interior y al ferrocarril. En el caso de Sevilla, un buque medio que transporta hasta el interior del territorio unas 5.000 toneladas supone una reducción de emisiones equivalente a 226 camiones.