El puerto de Santander puede cerrar 2021 como el mejor de su historia en lo que a tráfico de mercancías se refiere. Así lo cree su presidente, Francisco Martín, que ha felicitado a la comunidad portuaria por su “respuesta positiva ante los grandes retos que estamos viviendo en la actualidad”, como el Brexit o la pandemia.
Entre septiembre de 2020 y agosto de 2021, el recinto ha movido 6,67 millones de toneladas, frente a los 6,63 millones de 2005, año récord en la historia del puerto.
El volumen gestionado en agosto se sitúa en 525.259 toneladas, un 15% más que en el mismo mes del año pasado. Esta cifra deja el acumulado enero-agosto en 4,29 millones de toneladas, muy por encima de los 3,47 millones del año pasado y en línea con el volumen registrado en 2019. La dársena cántabra ha aumentado en un 23% el movimiento de mercancías, frente al 5% de media del resto de puertos estatales.
Del acumulado hasta agosto, 2,15 millones de toneladas corresponden a graneles sólidos, 158.106 a líquidos y 1,97 millones a mercancía general. Entre estas, destacan la madera o el carbonato sódico, seguidos de manganeso, cereales y azúcar. Melazas y bioetanol despuntan entre la carga líquida.
En cuento a tráfico ro-ro, se ha pasado de 1,22 millones de toneladas hasta agosto de 2020, a 1,62 millones en 2021, un 32% más. En contenedores, se han movido casi el doble, más de 25.000.
Un futuro prometedor
Francisco Martín ha destacado que estos datos “dejan entrever un futuro prometedor, que será el reflejo de la buena salud industrial y económica con la que afrontará Cantabria los próximos meses”.
El responsable portuario ha recordado las inversiones de más de 100 millones de euros en los muelles de Maliaño, la terminal de contenedores, la terminal de fertilizantes, la demolición de los tinglados de Antonio López, Raos 9 o Raos 6, que servirán para transformar el puerto, “de granelero a una dársena especializada en mercancía general, con mayor valor añadido y más puestos de trabajo”.
También ha subrayado el silo de automóviles, “con el que se ha apostado por un crecimiento vertical”, o La Pasiega, “a esperas de que Cantabria pueda incorporarse al Corredor Atlántico a través de la Y vasca”.