El Gobierno ha puesto fin a las bonificaciones al combustible para los transportistas, actualmente establecidas en cinco céntimos por litro consumido. El decreto ley de prórroga de las medidas anticrisis aprobado en el último Consejo de Ministros del año, publicado ya en el BOE, da por finiquitado el régimen de ayudas a los carburantes para el transporte profesional, puesto en marcha en 2023. Y lo justifica en la contención de los precios acontecida en los últimos meses y en que las previsiones para 2024 “no son pesimistas”.
En consecuencia, el próximo domingo 31 de diciembre será el último día en que se aplicarán las bonificaciones al consumo de diésel por parte de los transportistas.
El ejecutivo de Pedro Sánchez sostiene en su argumentario la necesidad de “no poner en riesgo la sostenibilidad de las finanzas públicas”, y el cumplimiento de los objetivos de reducción de déficit y deuda pública.
No obstante, el Gobierno admite que la prolongación de la guerra en Ucrania, la aparición de un nuevo conflicto entre Israel y Gaza, y la posibilidad de una escalada en las tensiones geopolíticas “siguen introduciendo un fuerte elemento de incertidumbre que hace que las previsiones puedan revertirse en cualquier momento”.
En todo caso, organizaciones de transportistas como Fenadismer insisten en que hay razones sobradas para mantener las ayudas al transporte por carretera, “ya que si bien el precio del petróleo se ha reducido en los últimos meses, aún se encuentra en niveles altos”, en concreto casi 20 céntimos más que en 2021, antes del estallido de la guerra en Ucrania.
Séptima prórroga del régimen de módulos
Por contra, el real decreto ley 8/2023 de medidas para afrontar las consecuencias económicas y sociales de los conflictos en Ucrania y Gaza mantiene el actual límite de facturación para el régimen de módulos en 2024, como ya venía pronosticando Fenadismer. El Gobierno lo justifica en la necesidad de “evitar el incremento para los pequeños autónomos de sus obligaciones formales y de facturación”.
Así, por séptimo año consecutivo, el límite máximo de facturación anual en 2023 para continuar acogido al régimen de módulos en 2024, tanto en IRPF como en IVA, queda establecido en 125.000 euros. En la práctica, el límite de facturación reducido aprobado en 2016 no ha llegado a entrar en vigor nunca por las sucesivas prórrogas de todos estos años.
De hecho, más afortunados aún serán los autónomos con residencia en País Vasco o Navarra, ya que al tener un régimen foral propio, si bien su tributación por IRPF se realiza en estimación directa con una reducción en el rendimiento neto en torno al 50%, en lo que se refiere al IVA podrán seguir acogidos al régimen de módulos estatal, pero con un límite de facturación mayor, siempre que en 2023 su facturación no supere los 250.000 euros.
En todo caso, 2024 será el último año en el que perviva el régimen de módulos, del que se han beneficiado en este tiempo unos 30.000 transportistas autónomos pesados y más de 40.000 ligeros. En 2025 será sustituido previsiblemente por un nuevo régimen de tributación simplificada conforme a lo establecido en las directivas europeas sobre fiscalidad que España debe transponer a la legislación estatal.