El Gobierno ha iniciado ya los trámites para evaluar la metodología necesaria para implantar el pago por uso en las autovías a partir de 2024, tal y como se comprometió con Bruselas a cambio de recibir los fondos europeos del Plan de Recuperación.
Así, la dirección general de Carreteras ha encargado a la consultora pública Ineco un total de nueve informes para valorar un nuevo modelo de financiación de las carreteras, tal como se refleja en la documentación publicada en el portal de contrataciones.
Según informa Europa Press, el coste de estos servicios asciende a 1,4 millones de euros y el plazo establecido es de 10 meses. Ineco ya ha contratado los servicios de KPMG Abogados por 89.000 euros para realizar la asesoría y consultoría jurídica en materia fiscal y tributaria en el ámbito viario, como parte de este contrato.
En junio, la ministra Raquel Sánchez descartó iniciar el debate con el sector para comenzar a diseñar el plan, para dar prioridad a la situación económica, lastrada por la pandemia y la guerra en Ucrania.
No obstante, confirmó que el pago por uso se llevará a cabo y que el ministerio ya estaba realizando un estudio previo. De hecho, al margen del debate a abrir con los transportistas y otros colectivos para tratar de consensuar el sistema, el plan para implantar el pago por uso sigue adelante.
De esta forma, el 10 de junio se formalizó el contrato interno entre la dirección general de Carreteras e Ineco, y el pasado 10 de agosto se adjudicó el servicio de consultoría a KPMG. Los documentos apuntan a 2024 como el año a partir del cual podría implantarse el pago por uso en las autovías.
El Gobierno defiende que el plan responde a las recomendaciones hechas a España por la UE. Y es que en la mayoría de países vecinos (Italia, Francia o Portugal, por ejemplo) ya se aplican peajes de forma generalizada.
Un plan en tres fases
Estos contratos abren la primera de las tres fases en las que se articulará esta medida. La segunda será el diseño e ingeniería de la solución adoptada, y la tercera estará constituida por los servicios necesarios de soporte para la licitación de la implantación del nuevo sistema de cobro.
Uno de los primeros elementos que se analizarán en estos informes será si se adopta un sistema de viñetas, con las que se paga una cantidad fija al año para poder circular, o de peajes, que dependerá de la distancia que se recorre en cada momento.
También se estudiará al alcance de la red vial a tarificar: si son solo las autovías estatales o también las autonómicas (para no crear agravios territoriales), o incluso cualquier carretera, así como la posible progresividad fiscal para no perjudicar a los más vulnerables.