La sostenibilidad se ha convertido en una de las principales prioridades para el transporte de mercancías. Según el último informe del Observatorio del Transporte y la Logística en España, el 27% de las emisiones nacionales totales de CO2 corresponden al sector transporte, una cifra que se debe reducir al máximo en los próximos años si se quiere alcanzar un modelo de economía circular y lograr los objetivos en materia climática del Acuerdo de París, el Green Deal y la Agenda 2030.
Para ello, sector público y privado trabajan con el foco puesto en una meta común: el diseño de una cadena de suministro más respetuosa con el medio ambiente y de bajas emisiones. Se trata de un reto urgente, ya que tal como estima la alianza europea Rail Freigth Foward, de la que forma parte Transfesa Logistics como miembro del grupo DB, se espera un incremento del volumen de transporte en torno al 30% de aquí a 2030. Este notable aumento tendrá, sin lugar a dudas, daños colaterales en el planeta si no se realiza un cambio modal hacia un sistema menos contaminante.
Pero la buena noticia es que ya tenemos una solución disponible para afrontar este desafío: el transporte de mercancías por tren. El ferrocarril es parte de la solución a este problema global, ya que supone una reducción de emisiones del 80% si lo comparamos la carretera, por lo que se hace necesaria una transición parcial de la carga del camión al ferrocarril. Y no hay que esperar a la evolución de las técnicas actuales o el desarrollo de motores eléctricos o de hidrógeno. Además, el ferrocarril es altamente competitivo y está preparado para recorrer grandes distancias frente a otras opciones, como el camión eléctrico.
“Si logramos aumentar hasta el 30% la cuota de transporte ferroviario en toda Europa, el ahorro en costes externos sería de 100.000 millones de euros y se emitirían 290 millones de toneladas de CO2 menos en diez años”
Es tan evidente el papel transcendental del tren en la descarbonización del sector transporte, que la Comisión Europea en su Estrategia de Movilidad Sostenible, propone doblar la cuota del tren de mercancías para 2050 con el fin de descarbonizar el sector y contribuir a la economía circular del futuro. Y, es más, está tan convencida del potencial estratégico del tren, que ha declarado este 2021 como Año Europeo del Ferrocarril.
Las numerosas ventajas que tiene este medio de transporte frente a la carretera o el avión hacen que sea la columna vertebral ideal de un sistema logístico multimodal de alto rendimiento, gran eficiencia y bajas emisiones. Y las cifras así lo reflejan. Si logramos aumentar hasta el 30% su cuota en toda Europa, el ahorro por costes externos sería de 100.000 millones de euros y se emitirían 290 millones de toneladas de CO2 menos en diez años.
El papel de los operadores
En el ámbito de las mercancías, precisamente la concienciación medioambiental de las empresas y su preocupación por la huella de carbono que emiten ha hecho que aumente el interés por este medio de transporte sostenible. Y así, cada día, operadores como Transfesa Logistics comprueban cómo sus clientes se suben al tren. Muestra de ello es la gran acogida que tienen servicios como los envíos exprés de frutas y verduras desde España a numerosos puntos de Europa a través de la ruta CoolRail powered by Transfesa Logistics, o servicios más tradicionales como los tráficos de automóvil, productos a granel, textil, etc.
Transfesa Logistics, para apoyar a sus clientes en este camino hacia la sostenibilidad y la neutralidad en carbono, calcula dentro de su proyecto corporativo ECO2Pioneer, la huella de carbono de la organización, con el fin de poder facilitar estos datos a sus socios y establecer acciones de reducción que nos lleven juntos a ser cero neto en un futuro cercano.
Porque somos parte de la solución, seguiremos trabajando para ofrecer la alternativa más sostenible a nuestros clientes y a la sociedad, porque a un futuro neutro en carbono se llega en tren.
