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viernes, noviembre 22, 2024

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El cierre de Francia y Portugal afecta a 30.000 transportistas

El cierre de fronteras decretado por Francia y Portugal para contener la pandemia afecta a los más de 30.000 transportistas españoles que las cruzan a diario, bien para proveer al mercado local, en el caso luso, o para seguir ruta hacia otros destinos europeos. Los primeros en hacerlo fueron los británicos durante las pasadas navidades, tras la aparición de la nueva variante del coronavirus descubierta en Reino Unido, que provocó grandes retenciones en los pasos de Calais y Dover, en los que quedaron atrapados miles de transportistas.

Luego les siguieron alemanes y belgas, y los últimos en cerrar fronteras han sido portugueses y franceses. El gobierno de Macron ha establecido restricciones desde este pasado domingo para cualquier viajero que se desplace por tierra, mar o aire, y que está obligado a presentar una prueba PCR negativa 72 horas antes, si es que desea entrar en el país. El decreto establece una serie de excepciones, como los residentes de poblaciones fronterizas distantes a un máximo de 30 kilómetros, o los profesionales del transporte por carretera. En este caso, los transportistas deben mostrar el certificado de desplazamiento elaborado por la Comisión Europea.

“Teniendo en cuenta que Francia es paso obligado de las exportaciones españolas al resto de la UE, la medida tiene un impacto muy importante en el sector del transporte español por carretera”, aseguran fuentes de Fenadismer. Y es que por las fronteras de la Jonquera e Irun pasan cada día más de 20.000 camiones españoles. Es más que probable que los controles acaben ralentizando la actividad.

Por su parte, Portugal también las mantiene cerradas desde la medianoche del domingo, como consecuencia de la brutal expansión del coronavirus en este país, que sufre el mayor impacto desde el inicio de la pandemia, más que en marzo. La medida, similar a la tomada hace un año, se alargará al menos dos semanas y afecta a los 10.000 transportistas españoles que cruzan a diario la frontera lusa.

El transporte internacional por carretera es una de las excepciones al cierre impuesto por el gobierno de Lisboa, aunque los controles incluyen también a los transportistas profesionales. El decreto reestablece el control de personas en las fronteras interiores, suspende la circulación ferroviaria transfronteriza, salvo la de mercancías, y el transporte fluvial entre Portugal y España, aunque se habilitan algunos puntos de paso autorizados en la frontera terrestre.

Así, Fuentes de Oñoro en Salamanca, Badajoz, Tuy en Pontevedra y Ayamonte en Huelva son los pasos fronterizos donde se esperan mayores problemas, en forma de retenciones, como consecuencia de la acción de los dispositivos policiales de control. En marzo, las autoridades lusas habilitaron una docena de puntos de paso autorizados entre ambos países para agilizar el transporte de mercancías esenciales.

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