La naviera CMA CGM ha facturado 11.168 millones de euros en el segundo trimestre de 2023, un 37% menos que en el mismo periodo de hace un año. Los beneficios de la compañía caen un 73%, hasta los 2.360 millones de euros, como consecuencia de la brusca caída de la demanda de transporte marítimo.
En sus previsiones para lo que queda de año, la compañía asentada en Marsella considera probable que la nueva capacidad que llegue al mercado afecte las tarifas de flete en el transporte marítimo, particularmente en las líneas este-oeste.
En términos de carga transportada vía marítima, su principal área de negocio, el número de teus se mantiene en cifras similares, en torno a 5,6 millones, un 0,3% menos, a pesar del repunte del 11,5% en comparación con el primer trimestre del año. Los volúmenes se han mantenido estables en los servicios marítimos norte-sur, pero las líneas transpacífico y Asia-Europa de CMA CGM se han visto muy afectadas por la desaceleración del consumo y las reducciones de inventario.
“Como se esperaba, nuestra industria continuó normalizándose en el segundo trimestre y, a pesar de las difíciles condiciones del mercado, nuestro desempeño sigue siendo sólido. En los últimos años, hemos fortalecido nuestros dos pilares estratégicos: transporte y logística. Sobre esa base, nuestro grupo proseguirá su transformación, a medida que continúa expandiéndose e integrando las filiales adquiridas, al tiempo que intensifica las inversiones en descarbonización”, señala su presidente y director ejecutivo, Rodolphe Saadé.
A pesar del repunte de la demanda de transporte en el segundo trimestre en comparación con el trimestre anterior, impulsado por los menores precios de la energía, “el mercado del transporte y la logística sigue deprimido”, subraya el gigante francés del transporte marítimo.
Respecto a la división de logística de la naviera CMA CGM, los ingresos han alcanzado los 3.450 millones de euros, y los beneficios han aumentado un 4,7%. La estabilidad del negocio de logística, en un contexto de caída del comercio, refleja tanto la desaceleración de los mercados de carga como el fortalecimiento de los servicios de la cadena de suministro de extremo a extremo tras las adquisiciones de Ingram CLS, Gefco y Colis Privé.