La Comisión Europea propone límites de CO2 más estrictos para los camiones en el camino hacia las cero emisiones en el transporte por carretera. Así, en 2040 las emisiones del transporte pesado deberían reducirse un 90%, en comparación con los niveles de 2019, y que todos los autobuses urbanos nuevos sean cero emisiones en 2030.
El sector también tendrá que recortar sus emisiones un 65% en 2035 y el 45% en 2030. Para los fabricantes, una reducción de CO2 del 45% en 2030 significa que más de 400.000 camiones de cero emisiones tendrían que estar circulando por entonces, y otros 100.000 vehículos nuevos más cada año.
Desde la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles ACEA subrayan que ello requeriría más de 50.000 cargadores eléctricos de acceso público aptos para camiones en siete años, de los que 35.000 deberían ser de alto rendimiento. Además, exigiría otras 700 estaciones de recarga de hidrógeno.
“Estamos listos para cumplir”, afirma Martin Lundstedt, director ejecutivo de Volvo Group. “Sin embargo, la reducción del 45% ya en 2030 es un objetivo muy ambicioso, requeriría una acción igualmente ambiciosa de los legisladores para garantizar que los otros actores de la cadena de valor del transporte y la logística lleguen a tiempo”.
También en la UE hay diferencias en cuanto al ritmo de la descarbonización del transporte por carretera. Para Países Bajos, el objetivo del 90% es insuficiente, mientras otros países, más alineados con las tesis de los fabricantes, consideran que establecer las cero emisiones en 2040 es “demasiado pronto”.
Según el jefe de política climática de la UE, Frans Timmermans, el recorte de emisiones del 90% obedece a la incertidumbre sobre cuándo estarán disponibles las tecnologías de cero emisiones para todos los camiones. “Eventualmente, tendremos que pasar a un objetivo del 100%”, añade.
Decepción entre los ecologistas
La propuesta de Bruselas decepciona a los activistas, para quienes los camiones que emitan CO2 matriculados en 2040 todavía estarán en las carreteras en 2050, frustrando la fecha límite de cero emisiones netas de la UE.
“El hecho de no establecer una fecha límite para los camiones contaminantes es una concesión cobarde a los fabricantes. Para 2035, todos los camiones eléctricos nuevos serán más baratos de operar que los diésel. Pero sin una fecha límite clara de la UE, los camiones diésel contaminarán nuestros pulmones y el planeta durante años más de lo necesario”, afirma Fedor Unterlohner, responsable de carga de Transport & Environment.
La propuesta de la Comisión debe ser discutida ahora con el Parlamento Europeo, donde se espera que encuentre más oposición por parte de los grupos políticos.