Baleària ha perdido un 6% del tráfico de carga durante el año 2020, cifra que en el caso de pasajeros desciende hasta el 52%. Según informa la naviera, el impacto de la crisis sanitaria se ha moderado “gracias a una gestión eficiente y dinámica, adaptada a las continuas fluctuaciones del mercado, así como a la diversificación de sus áreas de negocio (pasaje y carga) y rutas”.
“Las restricciones a la movilidad provocaron importantes caídas en todos los tráficos y se tradujeron en un resultado negativo, que nos ha hecho perder parte de solvencia e incrementar la deuda, pero hemos resistido gracias a nuestra fortaleza patrimonial y económica, fruto del trabajo de muchos años”, ha destacado su presidente, Adolfo Utor.
La naviera ha priorizado desde el primer momento el transporte seguro, y en un contexto económico de incertidumbre, a pesar de ajustar los gastos operativos, mantuvo los proyectos e inversiones vinculados a sus ejes estratégicos de sostenibilidad y digitalización, como la botadura del primer fast ferri con motores a gas del mundo y la adjudicación de una nueva smart terminal sostenible en València.
“Este ejercicio hemos demostrado fortaleza financiera, y una gran capacidad de reacción, flexibilidad y adaptación”, ha señalado Utor, que también ha resaltado “el gran esfuerzo realizado por todos los equipos”. Finalmente ha indicado que la naviera está preparada “para afrontar la recuperación con energía renovada, optimismo, cohesión y motivación”.
Las áreas de pasaje y carga tuvieron un peso similar en la facturación, pero una evolución muy diferente, ya que las limitaciones a la movilidad y el cierre de fronteras redujeron los pasajeros a la mitad (2,1 millones), mientras que el transporte de mercancías fue más estable a lo largo de año, con una disminución del 6% (5,7 millones de metros lineales).
Las afectaciones en los tráficos contrajeron la facturación un 24%, dando lugar a unas pérdidas de más de 15 millones de euros. Sin embargo, el ebitda se mantiene por encima de los 60 millones.
En su apuesta por la sostenibilidad, además de la botadura del Eleanor Roosevelt, en 2020 ya navegó con seis buques propulsados por gas natural, que le permitieron dejar de emitir 37.000 toneladas de C02, acaparando el 96% de los suministros de GNL a buques en España.
En el área de mercancías, siguió avanzado en la digitalización “que ha permitido una mejor planificación logística a los clientes de carga y una operativa portuaria más ágil”.
