El consejo de administración del puerto de Barcelona ha aprobado este miércoles la concesión del proyecto del museo Hermitage en la Nova Bocana del recinto portuario. La concesión está condicionada a la presentación en un plazo de dos meses de un proyecto conjunto entre el Hermitage y el Gran Teatre del Liceu, y la aprobación de un convenio entre el puerto y el Ayuntamiento de Barcelona.
Con esta decisión, el puerto “da por resuelto” el trámite administrativo posterior a la solicitud presentada por los promotores del proyecto, que supondría una inversión de unos 50 millones de euros y generaría cerca de 400 empleos, según un estudio del Institut Municipal de Cultura.
La concesión requiere del convenio exprés con el Ayuntamiento de Barcelona “para que la ciudad marque el perfil del proyecto”. Entre otras exigencias, la autoridad portuaria pide al concesionario que el edificio proyectado por el arquitecto Toyo Ito obtenga la certificación internacional LEED Platinum.
Según los responsables portuarios, el proyecto del Hermitage tiene “perfecta cabida” en la Nova Bocana, de conformidad con la delimitación de los espacios y usos del puerto de Barcelona, que lo define como un ámbito de interacción puerto-ciudad.
El Liceu entra en el proyecto
A instancias del puerto, el Museo Hermitage Barcelona y el Gran Teatre del Liceu han iniciado conversaciones para llegar a un acuerdo de colaboración en el nuevo espacio cultural del enclave barcelonés. La alianza facilitaría al Liceu espacios complementarios que necesita para desarrollar actividades artísticas, sociales y formativas, “como tienen otras grandes teatros de ópera internacionales”.
La autoridad portuaria insiste en que “con esta cooperación se impulsaría el futuro espacio como un centro cultural multidisciplinar y transversal, dotado de un carácter diferencial y con un fuerte componente local y arraigado en la ciudad, uniendo la enseña del Liceu al proyecto”.
Por su parte, el gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ya ha expresado el rechazo a la medida adoptada por el puerto. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, se ha mostrado sorprendida y ha asegurado que el ayuntamiento estudiará acciones legales para “defender los intereses de la ciudad”.
