La Cambra de Comerç de Barcelona insiste en separar mercancías y pasajeros en el corredor mediterráneo. La institución cameral reclama de nuevo al Gobierno la necesidad de que los trenes de mercancías dispongan de una plataforma propia en ancho internacional, separada de la línea de alta velocidad.
A raíz de la inversión de 16.000 millones de euros en el corredor atlántico anunciada recientemente por el ejecutivo de Pedro Sánchez, la Cambra exige que esta no afecte la planificación urgente de nuevas inversiones en el corredor mediterráneo, especialmente en el ámbito del transporte ferroviario de mercancías.
En 2025, el Estado prevé conectar en ancho internacional/mixto todo el corredor mediterráneo catalán con fondos europeos. Para la Cambra, esta conexión se aplica sobre “una base insuficiente, dado que mezcla diferentes tipo de servicios (pasajeros y mercancías) sobre una infraestructura común”, y también implica sobrecostes en los pasos transfronterizos.
“Hay que mirar más allá, con nuevas actuaciones para corregir esta situación y también para anticipar y resolver a tiempo futuros cuellos de botella en la infraestructura”, señala la entidad.
Desde el punto de vista de la Cámara de Comercio de Barcelona, es urgente “recuperar el espíritu” de la Mesa Estratégica del Corredor Mediterráneo, impulsada por la Generalitat y formada por representantes del mundo político, social, empresarial y académico catalán.
También pide que la línea convencional hacia Portbou, pieza clave en las conexiones ferroviarias transfronterizas entre España y Francia, se convierta al ancho internacional, “imprescindible para garantizar las condiciones de interoperabilidad, garantía de itinerarios, disponibilidad y flexibilidad de servicios exigidas por Bruselas”.
Futuros cuellos de botella
En este sentido, señala posibles cuellos de botella en Sant Vicenç de Calders-Martorell, Mollet-Sant Celoni, el entorno metropolitano de Tarragona, su puerto y el clúster petroquímico, y alrededor de Figueres y Girona.
El Estado prevé destinar una inversión similar a los corredores mediterráneo y atlántico a los PGE de 2023, cerca de 1.700 y 1.650 millones de euros, respectivamente. “Es importante que estas inversiones se ejecuten en su totalidad”, subraya la Cambra, “y que no se desplace el orden de prioridades, puesto que ambas infraestructuras acumulen retrasos importantes y son necesarias para asegurar una mejor conectividad” con Europa.