Repsol ha inaugurado su nueva terminal marítima en el puerto exterior de A Coruña, en Langosteira, donde ya ha trasladado la operativa de tráfico de crudo desde el puerto interior. La energética ha estrenado las nuevas instalaciones con el Front Ocelot, un buque de 250 metros de eslora que pasará a la historia por ser el primer atraque de Repsol en Punta Langosteira.
En la inauguración, el presidente de la compañía, Antonio Brufau, ha asegurado que estas instalaciones “permitirán también la gestión de los nuevos productos descarbonizados y darán soporte a nuevos tráficos de materias primas, lo que contribuirá al hub de energía renovable que supondrá el A Coruña Green Port”.
En total, ha invertido 126 millones de euros en la infraestructura, en un proyecto en que han participado, además de técnicos de la petrolera, hasta 1.250 profesionales de 130 empresas auxiliares. Repsol está trabajando ya en la segunda fase para completar el traslado del resto de tráficos desde el puerto interior a la terminal de Langosteira.
Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha subrayado que la nueva infraestructura es fundamental para el área de A Coruña y, por extensión, para toda Galicia, “que gana en competitividad con una refinería que genera empleo y valor añadido en su zona de influencia y con una firma que es un verdadero motor para nuestra economía”.
En el acto han estado también presentes el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez; el presidente del puerto de A Coruña, Martín Fernández Prado, así como Inés Rey y Carlos Calvelo, alcaldes de A Coruña y Arteixo, respectivamente.
Para Fernández Prado, “el día de hoy es una jornada histórica que muestra el compromiso de Repsol con A Coruña y su puerto”.
Esta infraestructura parte del acuerdo suscrito en 2013 con la autoridad portuaria, operando desde 2015 los tráficos de sólidos en el puerto exterior, y ahora con las operaciones de crudo en Langosteira.
Pantalán, poliducto y refinería
La superficie de ocupación de la nueva terminal es de 60.000 metros cuadrados de suelo y 52.000 de lámina de agua. El proyecto se divide en diferentes bloques de trabajo. El pantalán tiene una longitud total de 520 metros que permite la operación de buques de hasta 200.000 toneladas de peso muerto (TPM).
Con un presupuesto de 35 millones de euros, se terminó de construir en 2021. Tiene tres instalaciones para seguridad, subestación eléctrica y sala de control, y está dotado con brazos de descarga de crudo, contraincendios, atraque y pasarelas de acceso, así como líneas de transporte de producto.
En el poliducto y las instalaciones auxiliares se han invertido 80 millones de euros. Tiene una longitud de 3,8 kilómetros y cuenta con 11 tuberías soterradas, dos de ellas para el transporte de crudo entre la refinería y la terminal, una tercera para el trasiego de aguas y las ocho restantes para el transporte posterior de otros tráficos. La construcción finalizó el año pasado.
Finalmente, las obras en la refinería han supuesto siete millones de euros de inversión para conectar las instalaciones existentes en el complejo industrial con el nuevo poliducto.
