El puerto de Bilbao retoma la senda del crecimiento en sus tráficos de mercancías, con 32,7 millones de toneladas en 2022, 1,5 millones más que en 2021, un crecimiento del 5,1%, superior a la media del sistema portuario estatal. Aunque el volumen de carga no alcanza todavía los datos prepandemia, la autoridad portuaria que preside Ricardo Barkala confía en que el acuerdo en la estiba para los próximos seis años y las inversiones y proyectos en marcha atraigan nuevos tráficos, ampliando el hinterland de la dársena vizcaína y haciéndola más sostenible.
La evolución positiva de los tráficos del puerto de Bilbao se debe en especial al incremento de los graneles líquidos, que crecen un 15% impulsados por la crisis energética global. El crudo de petróleo y el gas lideran el tráfico general con subidas del 30 y el 34% respectivamente.
La mercancía general convencional aumenta un 2% y la contenerizada desciende un 4,5%. El descenso del contenedor se debe a la ralentización de la economía, sobre todo de Europa y en especial de Reino Unido, país que sigue siendo el principal mercado del enclave vasco. También la huelga del transporte por carretera del mes de marzo ha influido en el cierre negativo.
Por su parte, los graneles sólidos descienden un 19% por el cemento y clinker y la arena caliza, aunque se han ido recuperando en los últimos meses. El tráfico ro-ro destaca un año más con un crecimiento del 16% y, dentro de la carga de proyectos, los componentes eólicos, que suben un 20%.
El tamaño de los buques, por su parte, crece un 24%, por la mayor entrada de petroleros, gaseros y cruceros. Y, por mercados, EEUU, Brasil e Irak son los países que más crecen, mientras que los tráficos con Rusia descienden a la mitad.
Las previsiones para el tráfico de mercancías en 2023, pese a la incertidumbre económica, apuntan a cifras positivas en líquidos y en carga seca. En marzo, se reanudarán todos los servicios ro-ro de Brittany Ferries, con seis escalas por semana con Reino Unido e Irlanda (cuatro de ellas también con pasajeros), y buques de mayor capacidad.
Esta mayor capacidad también se apreciará en los buques ro-ro de Finnlines con el norte de Europa. A todo ello se une que, en febrero de este año, la naviera Ellerman City Liners ha iniciado un servicio semanal directo entre Bilbao y la costa este de EEUU para el transporte de contenedores.
En pasajeros, en 2022 viajaron 214.028 personas a bordo de ferris o cruceros, un 190% más. La mitad son cruceristas que llegan a la terminal de Getxo y la otra mitad lo hacen a la terminal de Brittany en Zierbena. En total, escalaron 163 ferris, 14 más que en 2021, y 78 cruceros, 64 más.
Tráfico ferroviario
En cuanto a los tráficos ferroviarios del puerto de Bilbao, el año pasado circularon hacia o desde el recinto un total de 4.243 trenes, un 2,6% menos que en el ejercicio anterior, por el descenso en contenedores. Aun así, el 27% ya entran o salen por ferrocarril.
La autoridad portuaria espera mejorar estas cifras con las inversiones en curso, en especial con el nuevo apartadero de 750 metros de la terminal de Orduña, cuyas obras se adjudicaron en diciembre. El coste es de 10,87 millones, tres millones financiados por el puerto con cargo al Fondo de Accesibilidad Terrestre Portuaria, y el resto por Adif. Los trabajos permitirán agilizar la operativa de los convoyes que trasladan mercancías entre el puerto de Bilbao y el centro peninsular. En este punto, la autoridad portuaria considera urgente la construcción de la variante sur de mercancías.
Balance económico e inversiones
Respecto al balance económico, el importe de la cifra de negocio se sitúa en 64,9 millones de euros, frente a los 63,1 de 2021. Este aumento en la facturación se debe a la recuperación gradual de los tráficos portuarios, ya que las tasas portuarias se han mantenido invariables a pesar de la inflación.
La inversión realizada en 2022 asciende a 34,6 millones y en 2023 la inversión superará los 43 millones. Gran parte de las actuaciones se dirigen a fortalecer el eje atlántico, generando actividad en el hinterland del Cantábrico.
Entre estas actuaciones, destaca la ampliación del muelle AZ1, cuyas obras finalizarán en primavera, y que aportarán 50.000 metros cuadrados nuevos y una línea de atraque de 251 metros. La inversión asciende a 27,4 millones. Este mismo año se licitarán las obras de pavimentación que concluirán a finales de 2023.
También sigue adelante el plan de electrificación de muelles. En los próximos meses, se licitará la primera fase del proyecto BilbOPS, que incluye una planta fotovoltaica de 4,2 MW en régimen de autoconsumo. El presupuesto previsto es de 52 millones de euros. Los primeros muelles electrificados entrarán en servicio en 2025.
