CCOO ha cargado contra el nuevo plan de inspección del transporte de mercancías por carretera, presentado este jueves por el Gobierno. Para el sindicato, el nuevo plan “no resuelve los problemas del sector, al responder solo a los intereses empresariales de la patronal”.
Para Jesús Ballesteros, de la sectorial de carretera y logística de FSC-CCOO, la inspección de transporte centrará sus trabajos para 2023 “en los aspectos que le convienen al CNTC y no al sector, debido a una carencia absoluta de recursos humanos para realizar su labor”.
Ballesteros asegura que el ministerio sigue reconociendo “únicamente a los grandes empresarios como interlocutores válidos del sector sin permitir la participación de los sindicatos”. En consecuencia, las leyes y los objetivos del ministerio son “fiel reflejo de las directrices” del Comité Nacional del Transporte por Carretera.
El Plan Nacional de Inspección de Transporte por Carretera de 2023 velará porque los transportistas trabajen a un precio justo, nunca por debajo de costes, que el conductor no participe en la carga y descarga, como regla general, y reforzará la lucha contra la morosidad.
Sin emabrgo, el sindicato de la carretera señala que las limitaciones a la carga y descarga aprobadas por el Gobierno “no han eliminado la participación de los conductores en estas tareas. También llama la atención sobre el dumping social que se produce dentro de España, “como queda patente en las negociaciones del Acuerdo General del Transporte de Mercancías por Carretera, que no establece un salario base mínimo y digno para todo el Estado”.
Según Comisiones Obreras, el plan de inspección debería enfocarse a sancionar a las empresas que incumplen el reglamento europeo que prohíbe pagar por kilómetro para garantizar la seguridad vial y los accidentes en carretera. “Sin embargo, la mayor parte de las empresas de este país retribuyen a su personal por kilómetro”, subrayan desde el sindicato.
