En vísperas de la remisión al consejo de ministros de los compromisos alcanzados con las empresas transportistas, las patronales del sector advierten al Gobierno que no aceptarán un decreto ley descafeinado. En un documento remitido al ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el Comité Nacional del Transporte por Carretera muestra su “inquietud por que la redacción final no responda a la letra y el espíritu de esos acuerdos”.
El máximo órgano de representación del transporte asegura que “de ocurrir así, el sentimiento de haber sido engañados como consecuencia de presiones extrañas podría tener un efecto demoledor, de consecuencias imprevisibles”. El comité recuerda que los compromisos alcanzados hace dos meses “sirvieron para poner fin” a una convocatoria de paro nacional de transporte en los días previos a la Navidad.
En consecuencia, “el CNTC no aceptará ningún texto que no recoja taxativamente la integridad de lo acordado”, subraya la entidad que preside Carmelo González.
Para Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic, es “natural” que transcurridos este tiempo “y con los movimientos de algunos sectores, sobre todo de asociaciones de cargadores en contra de algunas de estas medidas, cunda la inquietud. Por nuestra parte, estamos expectantes y vamos a esperar prudentemente a que se plasme en el real decreto-ley los acuerdos alcanzados con respecto a la seguridad jurídica para que las normas puedan tener su recorrido en el tiempo y mantenerse”.
Otra de las patronales del sector, Fenadismer, acusaba esta misma semana a Aecoc de ejercer de lobby presionando a los grupos políticos para “descafeinar” los acuerdos del Gobierno con los transportistas. Entre estas medidas destacan la prohibición de que el transportista participe en la carga y descarga de la mercancía, que deberán asumir los cargadores (salvo algunas excepciones), y la inclusión de una cláusula en el contrato de transporte que permita repercutir al cliente las subidas del gasoil, actualmente en máximos históricos.
