La demanda de almacenes de última milla o entrega a domicilio en el área metropolitana de Barcelona está en pleno auge impulsada por el crecimiento del comercio electrónico. Los operadores buscan naves de entre 400 y 1.500 metros cuadrados, con rentas de entre tres y cinco euros metro cuadrado, en poblaciones como Hospitalet, Sant Feliu de Llobregat, Sant Joan Despí o Sant Just Desvern.
“A pesar de que las tiendas físicas siguen siendo la prioridad, este reto ha conllevado cambios en el sector retail hacia la omnicanalidad, que busca dar respuesta a la necesidad de abastecimiento cada vez más veloz de los clientes finales”, asegura el responsable de Engel & Völkers Commercial en la capital catalana, Marc Llorens. En este sentido, “está siendo crucial el papel del sector logístico con la búsqueda de alianzas estratégicas y con especial demanda de naves de última milla”, añade.
La inmobiliaria acaba de negociar una nave de última milla para un gigante del comercio B2B. La logística Mox será la encargada de prestar el servicio y para ello ha alquilado un almacén de proximidad en Sant Just Desvern, el más grande que tiene en España. También será la sede en Barcelona, donde ha creado 30 puestos de trabajo. La instalación, de 1.640 metros cuadrados, dispone de acceso directo a las vías rápidas que comunican el área metropolitana con el centro de la ciudad.